Publicado 05/02/2014 13:52

EEUU pinchó teléfono de Schröder cuando era el canciller alemán: diario


BERLIN, 5 feb, 5 Feb. (Reuters/EP) -

- La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense interceptó el teléfono del ex canciller alemán Gerhard Schröder desde por lo menos el 2002, dijo el miércoles un diario alemán, agravando la peor crisis en una década entre las dos naciones aliadas.

El motivo del espionaje fue la oposición del socialdemócrata Schröder a la invasión de Irak liderada por Estados Unidos bajo la presidencia de George W. Bush, dijo el diario Sueddeutsche Zeitung citando fuentes del Gobierno estadounidense y personas con conocimiento de la NSA.

"Teníamos motivos para creer que (Schröder) no estaba contribuyendo al éxito de la alianza", dijo el diario citando a una persona con conocimiento directo de la vigilancia.

Reportes el año pasado sobre la vigilancia a gran escala en Alemania, incluyendo intercepciones del teléfono de la canciller Angela Merkel, conmocionaron a los alemanes y llevaron a Berlín a pedir un pacto de no espionaje con Washington, hasta ahora en vano.

Desde entonces los alemanes sospechan que la NSA espió a gobiernos anteriores, aunque esta es la primera información concreta que ofrece evidencias y deriva de las informaciones filtradas por el ex analista de la agencia Edward Snowden.

Schröder, que gobernó Alemania en coalición con los Verdes entre 1998 y 2005, dijo que no estaba sorprendido.

"En aquel momento no habría concebido la idea de ser espiado; ahora ya no me sorprende", dijo al Sueddeutsche Zeitung.

Los alemanes son especialmente sensibles al espionaje debido a su experiencia durante el nazismo y luego bajo el comunismo en Alemania Oriental en la Guerra Fría, cuando la policía secreta Stasi creó una enorme red de vigilancia.

Merkel dijo la semana pasada que Berlín y Washington todavía estaban "lejos" en sus opiniones sobre la vigilancia de la NSA en Alemania, pero que seguían siendo aliados cercanos.

(Información de Madeline Chambers; Traducido por Rodrigo de Miguel en la redacción de Madrid; Editado por Esteban Israel)