MIAMI, 5 Oct. (Notimérica/EP) -
Los habitantes del estado de Florida vivirán unas elecciones muy peculiares el próximo 4 de noviembre, ya que tendrán que elegir entre la reelección de su gobernador, Rick Scott, republicano, y su predecesor Charlie Crist, gobernador hasta 2011 con el Partido Republicano y que tras desavenencias se presenta como candidato demócrata.
Esta situación sin precedentes en el país responde a la decisión en 2007 de Crist de postularse solo una legislatura a gobernador. Una postura que cambió a posteriori y que unido a su derrota frente a Marco Rubio en la carrera al senado, y las diferencias con el ala dura del Partido Republicano --asegura que la extrema derecha ha secuestrado el partido-- le hicieron dejar su afiliación e unirse a los demócratas, según informa 'Miami Herald'.
Curiosamente, Crist, primero decidió postularse como independiente y posteriormente, tras hacer campaña con el presidente estadounidense, Barack Obama, en su reelección en 2012 frente al empresario Mitt Romney, anunció su pertenencia al Partido Demócrata.
El ahora candidato tiene planteamientos progresistas sobre temas candentes en Estados Unidos como el matrimonio homosexual. Sin embargo, es también conocido por su ferviente defensa de la pena de muerte y contra el aborto, de hecho, en su periodo como gobernador aprobó leyes más restrictivas en ambos campos.
SCOTT, MÁS LIBERALISMO
Los últimos cuatro años, bajo el mandato de Rick Scott, se han caracterizado por la contención en el gasto público, así la inversión en educación y servicios sociales ha caído en torno a un 4 por ciento. Las penas de muerte se han duplicado, y las políticas de igualdad han sido paralizadas.
Ante este duelo de candidatos liberales la economía probablemente decidirá el resultado final. Si bien Crist lidió con el inicio de la crisis y blindó al Estado de la inestabilidad de las hipotecas subprime, a Scott se le exige una mayor creación de empleo en Florida.
Habrá que esperar unas semanas mas para ver si es el actual gobernador, Scott, quien se queda en 'la casa del pueblo de Florida' en Tallahassee, o por su parte es Charlie Crist, último gobernador y antiguo compañero de partido, el nuevo inquilino.
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