Actualizado 07/07/2015 02:09

¿Qué hay todavía en el menú? Dueños de restaurantes rusos sufren con veto sobre alimentos

Por Olga Petrova y Alissa de Carbonnel

MOSCU, 11 ago, 11 Ago. (Reuters/EP) -

- Las severas sanciones de Moscú sobre la importación de alimentos desde Europa y otras naciones occidentales han llevado a dueños de restaurantes y productores minoristas rusos a buscar suministros alternativos, en una situación que podría acercarse a las experiencias vividas durante el régimen soviético.

Las restricciones, una respuesta a las sanciones aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea debido a la intervención de Rusia en la crisis de Ucrania, han perjudicado a granjeros y productores en Occidente que tenían a los rusos como unos de sus principales compradores.

Pero también están afectando a los consumidores, al aislarlos del comercio mundial a un grado no visto en más de dos décadas.

Los cremosos quesos franceses, el filete australiano Ribeye y los risottos de mariscos están saliendo de los menús de los restaurantes dado que el veto incluye a todos los pescados, carnes y productos lácteos.

"Todos los precios van a subir y algunos productos desaparecerán", dijo Alexei Paperny, cuyo local en Moscú, llamado "Children of Paradise" en referencia a una película francesa, todavía se encontraba atestado un viernes por la noche.

"Haremos lo posible por sobrevivir (...) no me puedo imaginar cómo es que algunos restaurantes y cafeterías podrían subsistir en estas circunstancias", aseveró.

Paperny describió las restricciones de un año de duración a productos de Estados Unidos, la UE, Australia, Canadá y Noruega como "sanciones rusas contra los rusos", una frustración que compartieron muchos clientes de su cafetería.

"Habría sido más justo si los funcionarios públicos renunciaran a su Mercedes y comenzaran a conducir Ladas", dijo un comensal llamado Yan.

Beneficiados con los petrodólares que han impulsado la economía del país, los rusos han disfrutado de una extensa gama de alimentos importados desde el colapso de la Unión Soviética, y salen a comer con frecuencia pese a las generaciones que todavía recuerdan épocas en que las vitrinas de tiendas permanecían vacías, al igual que las calles durante la noche.

El sushi es particularmente popular en el país e incluso aparece en el menú de restaurantes italianos y franceses. Pero se trata de un fetiche del que quizás deberán prescindir.

Rosinter, una de las mayores cadenas de restaurantes de sushi de Rusia, dijo que más del 50 por ciento de los alimentos que se sirven son importados. Se espera que las sanciones exacerben la desaceleración que ya está afectando al país, en momentos en que la inestabilidad política lleva a la economía hasta una recesión.

"Es una situación muy difícil", dijo la portavoz de Rosinter, Elena Mazur. "Tenemos mucho trabajo que hacer en términos de actualizar el menú y sus precios", destacó.

Y un restaurante en Ekaterimburgo ha presentado un menú especial -aunque reducido- al que llama "menú sancionado", con alimentos producidos en Rusia, mientras expertos del sector hacen llamados a recuperar el fervor por los productos locales.

"Estoy orgulloso de que dejemos de ser el niño que siempre es acosado. Ya era tiempo", dijo Andrei Dellos, dueño de un restaurante, a una cadena de televisión rusa. "No habrá ostras, pero lo superaremos. Viviremos sin ostras", destacó.