Actualizado 17/12/2013 22:17

Muchos paros cardiacos repentinos van precedidos por signos de alarma

Dolor en el pecho, dificultad para respirar, mareos, desmayos o palpitaciones son algunas de las señales que podrían alertar

MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

El paro cardiaco súbito no es siempre tan repentino, sino que muchos van precedidos de posibles señales de advertencia, incluso hasta un mes antes de que el corazón se detenga abruptamente, según los resultados de un estudio presentado en las Sesiones Científicas de 2013 de la Asociación Americana del Corazón, que se celebran en Dallas, Estados Unidos.

En esta investigación realizada con hombres de mediana edad en Portland, Oregon, Estados Unidos, más de la mitad tuvo signos de alarma hasta un mes antes del paro cardiaco, un evento que ocurre cuando el corazón se detiene debido a un fallo en su sistema eléctrico. A veces los pacientes pueden sobrevivir si reciben reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente y se utiliza rápidamente un desfibrilador para llevar al corazón a un ritmo normal.

Cada año, se producen cerca de 360.000 paros cardiacos fuera del hospital cada año en Estados Unidos, según la Asociación Americana del Corazón, pero sólo el 9,5 por ciento de las personas que los sufren fuera de las instalaciones hospitalarias sobrevive. "Para cuando llegan los equipos de emergencias al lugar en el que la persona ha sufrido el paro cardiaco, es demasiado tarde", explica Eloi Marijon, autor principal del estudio y científico visitante en el 'Cedars-Sinai Heart Institute', en Los Ángeles (Estados Unidos).

La nueva investigación es parte de un estudio sobre muerte inesperada llevado a cabo durante 11 años en un millón de personas del área metropolitana de Portland. Los investigadores reunieron información sobre los síntomas y los antecedentes de salud de hombres de 35 a 65 años que tuvieron paros cardiacos fuera del hospital entre 2002 y 2012.

Entre los 567 hombres que sufrieron paros cardiacos fuera del hospital, el 53 por ciento tuvo síntomas antes del evento y, entre las personas que registraron algún tipo de signo de alarma, el 56 por ciento sufrió dolor en el pecho; el 13 por ciento, dificultad para respirar y el 4 por ciento, mareos, desmayos o palpitaciones. Casi el 80 por ciento de los síntomas se produjeron entre cuatro semanas y una hora antes del paro cardiaco repentino.