Publicado 14/02/2014 16:36

Occidente intenta minimizar riesgo de bomba nuclear en negociaciones con Irán

Por Justyna Pawlak y Fredrik Dahl

BRUSELAS/VIENA, 14 feb, 14 Feb. (Reuters/EP) -

- Cuando las potencias mundiales comiencen las negociaciones con Irán la próxima semana sobre un acuerdo final para la disputa por el programa nuclear, el principal objetivo de Occidente será evitar que Teherán acumule material suficiente para producir una bomba atómica.

Si tienen éxito, las negociaciones podrían cerrar una década de hostilidad entre Occidente y la República Islámica, alejando el peligro de una nueva guerra en Oriente Medio.

La arraigada desconfianza mutua y una gran brecha en las expectativas entre los dos bandos aún podrían hacer fracasar la búsqueda de un acuerdo. El presidente estadounidense, Barack Obama, estima en un 50 por ciento las posibilidades de éxito, y algunos dicen que eso es optimista.

Pero ambas partes dicen que la voluntad política existe para alcanzar un acuerdo histórico con amplias repercusiones geopolíticas y económicas.

Irán posee una de las mayores reservas mundiales de gas y petróleo y con casi 80 millones de habitantes representa un mercado vastamente inexplorado con un gran potencial para empresas extranjeras.

Los Gobiernos occidentales parecen haber desistido de la idea, establecida en una serie de resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde el 2006, de que Irán debería suspender el aspecto más polémico de su programa, el enriquecimiento de uranio.

En privado, diplomáticos reconocen que el trabajo nuclear de Irán, que Occidente teme tenga el objetivo de desarrollar la capacidad para fabricar bombas, está ahora muy avanzado para que Teherán acceda a desmantelar el programa por completo.

Pero si bien Irán podría recibir autorización para mantener una capacidad limitada de enriquecimiento, Occidente buscará garantías de que cualquier intento de fabricar una bomba nuclear demore lo suficiente como para ser detectado y frenado, posiblemente con una acción militar.

El enriquecimiento de uranio es un proceso que puede generar combustible para reactores civiles o, dependiendo del grado de pureza del material, para armas atómicas. Irán afirma que su programa tiene fines pacíficos.

"La pregunta clave para nosotros es qué tipo de plazo podemos aceptar", dijo un diplomático de uno de los equipos negociadores de las seis potencias -Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania- bajo condición de anonimato.

Extender ese plazo, dicen expertos y diplomáticos, significa que Irán tendría que restringir el enriquecimiento de uranio a una baja concentración fisible, detener un gran número de sus centrífugas ahora utilizadas para esa tarea, limitar la investigación nuclear y someterse a intrusivos controles de inspectores de la ONU.

Antes del comienzo el 18 de febrero de las negociaciones en Viena, un desafiante presidente Hassan Rouhani prometió que la investigación atómica pacífica iraní continuará "por siempre".

Teherán quiere el fin de las sanciones que han afectado su economía, mayormente prohibiciones de Estados Unidos y la Unión Europea a sus ventas de petróleo. Pero los estados occidentales son recelosos de abandonar ese elemento de presión pronto.

Ambas partes quieren que la fase final de las negociaciones dure no más de medio año y terminen para cuando el plazo del acuerdo temporal alcanzado en noviembre expire el 20 de julio. Muchos expertos creen que es poco realista.