NUEVA YORK, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua Miguel D'Escoto fue elegido hoy por aclamación para ocupar la Presidencia del 63º periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), informó la institución.
D'Escoto fue ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua durante el primer gobierno sandinista de Daniel Ortega, cuando realizó un destacado papel en los procesos de paz centroamericanos como 'Esquípulas' y 'Contadora'.
El ex ministro fue propuesto para presidir la Asamblea por el Grupo Latinoamericano de la ONU. Tras conocer su nombramiento, Miguel D'Escoto instó a los Estados miembro de Naciones Unidas a unirse en la igualdad soberana.
"Las Naciones Unidas somos todos y debemos seguir siendo todos, comprometidos individual y colectivamente con el respeto a los principios y normas de conducta establecidos en la Carta. No tiene ningún sentido suscribir la Carta y proceder a actuar como que no nos obliga, como que obliga a otros", dijo el ex ministro, según informó la ONU en un comunicado.
Puesto que 2009 ha sido declarado por la ONU como el Año Internacional de la Reconciliación, el próximo presidente de la Asamblea General urgió a los integrantes de la ONU a obedecer el llamamiento.
"La reconciliación no nos obliga a olvidar el pasado ya que eso puede ser imposible. A lo que nos obliga la reconciliación es a no permitir que recuerdos de atropellos en el pasado se conviertan en obstáculos para el logro de nuestra unidad de aquí en adelante", declaró.
En ese sentido, consideró que la conducta de determinados países provocó una pérdida de credibilidad de la organización multilateral como una institución capaz de finalizar las guerras y erradicar la pobreza extrema.
"Ya no debemos seguir en una actitud de negación, debemos comenzar con toda la seriedad y responsabilidad del caso, a llamar las cosas por su nombre y a tratar los problemas con total y absoluta franqueza", subrayó.
Por último, Miguel D'Escoto aseguró que no hay que arremeter contra Estado alguno porque todos, sin excepción, son responsables de la "lamentable" situación del mundo.