Por Caroline Valetkevitch
NUEVA YORK, 27 ene, 27 Ene. (Reuters/EP) -
- Las acciones estadounidenses extendieron el lunes sus recientes pérdidas y el índice S&P 500 cayó por tercera sesión consecutiva, debido a un aumento de las preocupaciones sobre el plan de la Reserva Federal de retirar sus estímulos monetarios.
Las pérdidas, que ocurrieron al final de la jornada luego de que el S&P 500 operara brevemente en terreno positivo, se produjeron tras una fuerte liquidación la semana pasada vinculada a la inestabilidad de los mercados emergentes.
El declive dejó al S&P 500 con su peor pérdida porcentual semanal desde junio del 2012.
Sin embargo, un factor que limitó las caídas del Dow Jones y el S&P 500 fueron los resultados de Caterpillar. Las acciones de la fabricante de equipos de construcción y minería subieron un 5,9 por ciento a 91,29 dólares luego de reportar utilidades trimestrales por encima de las expectativas.
El promedio industrial Dow Jones bajó 41,23 puntos, o 0,26 por ciento, para cerrar en 15.837,88 unidades. La del lunes fue su quinta sesión de declives.
El índice S&P 500 perdió 8,73 puntos, o 0,49 por ciento, a 1.781,56 unidades, y el Nasdaq Composite cedió 44,56 puntos, o 1,08 por ciento, a 4.083,61 unidades.
El sector de tecnología presentó los peores descensos del día, dado que el subíndice del área en el S&P 500 cayó 1 por ciento. Los papeles de Google, que bajaron un 2 por ciento a 1.101,23 dólares, y de Microsoft, que perdieron 2,1 por ciento a 36,03 dólares, fueron los mayores lastres de la jornada.
"La Fed se reúne esta semana y el consenso es que van a proceder con el retiro de los estímulos", dijo Bucky Hellwig, vicepresidente de BB&T Wealth Management en Birmingham, Alabama.
La reunión de política monetaria de la Fed comienza el martes. Muchos analistas esperan que haya más ventas en el mercado si el banco central decide seguir recortando sus compras de bonos del Tesoro, que actualmente se sitúan en 75.000 millones de dólares al mes.
Otro factor que impactó a Wall Street fue el dato del lunes que mostró que las ventas de casas nuevas en Estados Unidos bajaron más de lo esperado, aunque los inventarios aún reducidos y el constante aumento de los precios sugirió que el mercado inmobiliario se encuentra sólido.