Actualizado 05/07/2014 07:31

Un exguerrillero guatemalteco es condenado a 90 años de prisión

MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Un tribunal guatemalteco ha condenado al exguerrillero Fermín Felipe Solano Barillas a 90 años de cárcel por su responsabilidad en la masacre de la aldea de El Aguacate, en el departamento de  Chimaltenango, en 1988.

   El juez Walter Jiménez ha dictaminado una condena de 30 años de prisión por delitos contra la Humanidad y 60 años por asesinato de forma continuada, al "no haber contradicciones entre los testigos",  según ha informado el diario guatemalteco 'Hora Libre'.

   "La población tenía derecho a la verdad para que estos hechos no queden impunes y no se vuelvan a repetir", ha afirmado el juez. El tribunal no ha dictaminado el pago de una reparación a la familia de las víctimas, al reconocer que la familia de Solano no dispone de dinero suficiente para ello.

   Antes de escuchar la sentencia, los familiares de Solano han rezado dentro de la sala de audiencia. Al final, las partes procesales no dieron declaraciones.

SE AUTODECLARA INOCENTE

   Por su parte, el exguerrillero se ha declarado inocente y ha asegurado que "en ningún momento" tuvo el acceso a armas ni estuvo al mando de ninguna operación. "No estuve implicado en situaciones que violentaran la vida humana, soy una persona de principios y valores por la educación que se me ha dado, considero que las acusaciones son impugnadas", ha subrayado.

   El Ministerio Público había solicitado 690 años de prisión para Solano Barilllas, que supuestamente participó en la masacre de noviembre de 1988, cuando un grupo de 10 guerrilleros estranguló y asesinó a 22 hombres tras acusarlos de colaborar con el Ejército.

   Según esta investigación, la masacre ocurrió cuando Carlos Humberto Guerra Callejas, a quien el Ejército había nombrado comisionado militar de la zona, se perdió en una montaña mientras pastoreaba sus vacas, donde fue capturado y asesinado por la guerrilla.

   Tras su desaparición, una veintena de personas entre amigos y familiares, salieron en su búsqueda, pero también fueron detenidos y asesinados. Este es el primer proceso que se efectúa contra un miembro de la guerrilla por una masacre perpetrada durante la guerra civil que duró 36 años.