Actualizado 14/06/2014 20:14

"Me hubiera gustado ser reportero para narrar los malostratos que sufren los emigrantes"

Mexicanos cruzan frontera EEUU
Foto: REUTERS

MÉXICO DF, 14 Jun. (Notimérica/EP) -

   Un joven guatamalteco de 18 años de edad, Luis Fernando Carranza Cruz, decidió cruzar la frontera para poder ir a Estados Unidos y así ayudar a su madre y a su hermano menor. Es la situación de muchas personas, gente que decide jugarse la vida cruzando la frontera de su país para poder encontrar una mejora de vida para él y los suyos.

   A pesar de que todos esperan triunfar en su aventura como emigrante, la realidad es otra muy distinta y la mayoría de los casos acaban de una forma trágica. Es el caso de este joven guatamalteco, que ha decidido contar su experiencia al diario mexicano 'El Universal'.

   Carranza Cruz salió hace un mes del municipio de Chiquimula, Guatemala, donde estudiaba Bachillerato de Ciencias y Letras. Este abandonó su país con la esperanza de ir a Estados Unidos. Durante todo el trayecto fue testigo de secuestros, asaltos y accidentes que sufrieron sus compañeros emigrantes que le acompañaban.

   "En Orizaba, una señora se cayó del tren, le cortó la mano y al niño de siete años de edad que iba con ella le cortó el pie. En ese ratito no hallaba qué hacer, como no había ni comido ni bebido agua, me dieron ganas de correr y salir llorando, pero un amigo me dijo que me tranquilizara, que tuviera paciencia", recuerda Luis Fernando.

   La experiencia vivida no se quedó ahí, pues el joven cayó del ferrocarril el pasado 1 de junio en Lechería y desde ese momento se encuentra hospitalizado en el hospital Vicente Villada, del Instituto de Salud del Estado de México. El tren le pilló el pie derecho y se lo tuvieron que amputar.

   "Hacía frío y mis pies se congelaron. No me podía levantar y cuando lo hice me mareé y fue cuando caí del tren. La llanta me agarró mi pie derecho y me lo amputaron", relata el guatemalteco.

   "Se me vinieron muchas cosas a la mente. No lloraba del dolor que tenía, de lo que me había pasado, sino de la desesperación, de por qué a mí me pasaba eso. Gritaba muchas cosas, que ya no iba a poder saltar, correr, me gusta mucho el fútbol, pero ahora lastimosamente ya no va a ser así, pero Dios sabe por qué hace las cosas".

   El joven comenta que le hubiera gustado ser reportero para poder relatar los malostratos y vejaciones que sufren los emigrantes en su camino hacia Estados Unidos. "Para mí era una aventura. Iba arriesgando todo lo que me podía encontrar en el camino, porque no creía lo que me podían contar, no quería vivirlo, quería saberlo, pero aquí está el resultado", añade.

   Luis Fernando se recupera en el hospital Vicente Villada, donde estará dos o tres semanas más hasta que el Instituto Nacional de Migración (INM) lo deporte a Guatemala y pueda reunirse de nuevo con su familia. "Antes de salir de su casa, que lo piensen tres veces. Ahí se ven muchas cosas, como maltratos a mujeres", finaliza Carranza.