TEGUCIGALPA, 8 Jul. (Notimérica/EP) -
El párroco del municipio de El Corpus ha pedido al Gobierno de Honduras declarar como camposanto la mina artesanal de oro ubicada en la comunidad San Juan Arriba, en la que 8 mineros perdieron la vida al ser sepultados por un derrumbe.
El Gobierno ha declarado este lunes el cese definitivo de las labores de rescate, ante el peligro de nuevos derrumbes y al considerar que ya no hay esperanzas de encontrar con vida a los mineros.
"Vamos a esperar el dictamen del Gobierno porque una solicitud que yo le hacía es que el lugar donde están los fallecidos tiene que declararse como un cementerio y si eso se declara vamos a celebrar una eucaristía en memoria de los ocho hermanos que están ahí enterrados, luego la familia pondrá una cruz y eso quedará ya como un cementerio legal", dijo el padre Mario Sánchez, según recoge El Heraldo.
A juicio del sacerdote, esta acción traerá, incluso, mayor tranquilidad a los mineros que trabajan en la zona y, que después del cese de actividades declarado por el Gobierno, insisten en ingresar a la mina para recuperar los restos de sus compañeros.
"Fue una noticia muy fuerte y desde luego ya hemos venido trabajando con ellos, acompañándoles y haciéndoles hincapié en las realidades, aceptar la voluntad de Dios, si rescataban con vida bendito sea Dios y si no, también", dijo.
"Confiamos que ya están de la mano de Dios, estamos esperando los psicólogos porque vamos a tener comunicación con ellos para ver si pueden ir a sus casas y ayudarles en este proceso que es muy doloroso para ellos", ha manifestado Sánchez, en relación a los compañeros de las víctimas y sus familiares.
El derrumbe en la mina se produjo hace una semana, el miércoles 2 de julio, cuando quedaron atrapados 22 mineros, de los cuales 11 salieron por sus propios medios e igual número quedaron atrapados. De estos último, tres fueron rescatados con vida el viernes, 4 de julio. Rescatistas de Guatemala y El Salvador ayudaron en las tareas a sus pares hondureños.
SEPULTADOS A UNOS 80 METROS
Según el jefe de la Región Sanitaria de la zona sur de Honduras, Werner Bode, los mineros sepultados estarían a unos 80 metros de la superficie.
Los mineros declarados fallecidos por la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), fueron identificados como Emilio Múñoz de 30 años, Giovanni Cárcamo Martínez, Aroni Zepeda Gómez de 31, Tito Anduray de 25, Alvin Anduray de 20, Óscar Funes de 19, y Santos López y Wilmer Ramírez de 30. Mientras que los tres mineros rescatados son Nehemías Rodríguez de 27 años, Bayron Mondragón de 19 y Brayan Escalante de 20.
El geólogo Aníbal Godoy, que fue designado por el Gobierno hondureño para encabezar la búsqueda, ha declarado que "es casi nula la esperanza de que los mineros estén con vida", y que el Gobierno suspendió toda labor de rescate para no arriesgar más vidas humanas en la búsqueda.
"Lamentablemente toca aceptar esta realidad porque fue algo que nadie pensaba, nadie se imaginaba, algunos familiares no sabían dónde y cómo trabajaban sus hijos o en qué circunstancias, si ellos hubiesen sabido no hubieran dejado trabajar a sus hijos", ha lamentado Sánchez.
Por su parte, el alcalde de El Corpus, Luis Andrés Rueda, ha manifestado que "recuperar los cuerpos es casi imposible. Por eso, preparamos a las familias de los afectados para que acepten lo peor".
La comunidad de Corpus está ubicado en la provincia Choluteca, sur del país, donde la minería artesanal emplea alrededor de 5.000 campesinos. En la zona existen alrededor de 50 minas con pasadizos de hasta 200 metros bajo tierra.