El Ejército de México patrulla por Michoacán.
Foto: REUTERS

MÉXICO DF, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Unos 1.500 efectivos federales, entre militares y policías, han sido desplegados este domingo en la ciudad de Apatzingán, ubicada en el estado mexicano de Michoacán, para sofocar los disturbios que comenzaron el pasado viernes.

   El despliegue se ha producido por la mañana (hora local) con vehículos de la Secretaría de la Marina de México ocupados en su mayoría por policías, ya que solamente se han trasladado hasta Apatzingán algunas decenas de militares.

   Los uniformados no habían podido llegar antes a Apatzingán debido a que grupos armados habían bloqueado la carretera de acceso a la ciudad mexicana con camiones abandonados y vehículos incendiados, según informa el diario 'Milenio'.

   Los disturbios comenzaron hace dos días, cuando hombres armados, aún sin identificar, pero que se sospecha que serían miembros de los llamados grupos de autodefensa, asaltaron este municipio michoacano, dando lugar a tiroteos, saqueos e incendios, incluso en la Alcaldía.

   Como consecuencia de ello, un hombre de 35 años de edad ha fallecido, al parecer, por una herida de bala en el abdomen. Se cree que habría recibido atención médica antes de su muerte, ya que en el lugar había material sanitario.

   Al mismo tiempo, unos 200 hombres armados, supuestamente pertenecientes a los grupos de autodefensa --según 'El Universal'-- llegaron en 40 camionetas al poblado de Antúnez, uno de los puntos de acceso a Apatzingán.

   Su intención, de acuerdo con el rotativo, sería cercar Apatzingán para lanzar una ofensiva contra Los Caballeros Templarios, organización criminal dedicada, principalmente, al narcotráfico, que se ha hecho fuerte en esta localidad.

   Así las cosas, el vecino estado de Colima ha ordenado reforzar la seguridad en la frontera "para evitar que grupos armados traten de asentarse aquí", ha indicado su gobernador, Mario Anguiano. No obstante, se ha mostrado dispuesto a recibir a los refugiados.

   En el último año se han multiplicado los grupos de autodefensa, sobre todo en las zonas rurales de México, con el único objetivo de erradicar el crimen organizado, según dicen, ante la pasividad de las autoridades y las fuerzas de seguridad.