Actualizado 17/12/2013 22:14

Asesinan a dos líderes campesinos en México

MÉXICO DF, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Los líderes campesinos Juan Lucena Ríos y José Luis Sotelo Martínez han sido asesinados este fin de semana mientras participaban en una manifestación en el centro del municipio de Atoyac de Álvarez, ubicado en el estado mexicano de Guerrero (suroeste).

   De acuerdo con un familiar de las víctimas, citado por el diario mexicano 'La Jornada', Lucena Ríos y Sotelo Martínez estaban marchando junto a decenas de personas por el centro municipal cuando un hombre ha disparado cuatro veces a cada uno desde una camioneta.

   Los dos líderes campesinos han muerto en el acto. Sus cadáveres ya han sido trasladados a la morgue de El Paraíso, pero sus familiares se han opuesto a que se les practique una autopsia al considerar que la causa de la muerta está clara.

   "Eran los principales dirigentes de El Paraíso, que es la comunidad más grande de la sierra y el corazón de la zona cafetalera de Atoyac de Álvarez", ha explicado la fuente.

   Lucena Ríos y Sotelo Martínez se preparaban para crear una "policía comunitaria" para defender El Paraíso del crimen organizado y de la delincuencia común e iniciar las tareas de reconstrucción tras el paso de las tormentas tropicales 'Manuel' e 'Ingrid'.

   "También luchaban por el tema del café y la falta de apoyo a los productores, por lo que buscaban mejores precios en el mercado luego de que 'Manuel' e 'Ingrid' echaron a perder las cosechas de café y otros productos", ha añadido.

   La líder de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, Rocío Mesino, también fue asesinada el pasado 19 de octubre, en vísperas de lanzar otra "policía comunitaria" en Atoyac de Álvarez.

   Aunque, de momento, se desconoce el móvil de estos asesinatos, la fuente ha sostenido que se trata de "crímenes políticos que vienen desde los grupos de poder". "La ejecución es la forma más fácil de deshacerse de los luchadores sociales", ha sostenido.

   En el último año, varios municipios mexicanos, sobre todo los más azotados por la violencia, han decidido crear "grupos de autodefensa" para protegerse de criminales y delincuentes ante la pasividad de las fuerzas de seguridad.

   Las autoridades mexicanas han reaccionado en contra de estos "grupos de autodefensa" al considerar que constituyen verdaderas milicias urbanas que solamente contribuyen a aumentar la sensación de inseguridad.