Actualizado 31/05/2008 16:06

México.- El fenómeno de 'La Niña' podría estar detrás de los últimos ataques de tiburones


ZIHUATANEJO (MÉXICO), 31 May. (Reuters/EP) -

La temperatura superficial en el océano atlántico, más baja de lo normal por la influencia del fenómeno de 'La Niña', podría ser la responsable, al menos en parte, de los últimos ataques de tiburones en la costa mexicana, según indicó el director del Programa de Investigación de Tiburones de Florida, George Burgess.

Al menos dos personas, un surfista y un turista estadounidense, han muerto por ataques de tiburones en las últimas semanas en los alrededores de la localidad de Zihuatanejo, cerca de Acapulco, en el estado de Guerrero.

'La Niña', un fenómeno que provoca un enfriamiento de las aguas en algunas partes del Pacífico, ha trasladado el límite entre aguas frías y tibias hacia la costa, y con ella a los peces y depredadores como tiburones, explicó Burgess a Reuters.

"Uno de los factores que estamos investigando es si existen condiciones oceanográficas especiales que puedan haber contribuido a los ataques", aseveró Burgess, quien esta semana fue invitado por funcionarios del estado de Guerrero a investigar los asaltos.

Burgess y un investigador mexicano han examinado los registros médicos y policiales y entrevistaron a testigos, pero afirman que es necesario realizar más indagaciones antes de definir la causa de los ataques de tiburones. Posiblemente no se trata de un sólo depredador responsable por los ataques, sino de un grupo de tiburones toro, indicó Burgess.

"Los tiburones toro posiblemente son la especie que los humanos debemos temer más porque viven cerca de la orilla y habitan aguas que nosotros visitamos a menudo", dijo.

"Hay muchas posibilidades de que no se trate de un sólo tiburón", agregó Burgess y destacó que el tamaño de las mordeduras es desigual. El científico cree que los tiburones responsables de los asaltos son grandes, de entre 2,5 a 3 metros de largo.

En una reunión con autoridades locales y estatales celebrada el viernes, Burgess recomendó contratar a salvavidas entrenados en cada playa, colocar señales de advertencia sobre los tiburones y destacó la necesidad de realizar más investigaciones científicas sobre el tema en la zona.

"No creo que la gente deba tener miedo. Creo que la gente debería tener respeto por los tiburones, de la misma forma que uno respeta la vida salvaje", indicó Burgess.

La última vez que la costa mexicana del Pacífico sufrió una oleada de ataques de tiburones fue entre 1972 y 1973, período en que se registraron cuatro incidentes mortales.