Actualizado 25/01/2014 23:31

Las autodefensas, divididas sobre su ingreso a la Policía

Hombres armados en Michoacán
Foto: REUTERS

MÉXICO DF, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Los grupos de autodefensa están divididos ante el llamamiento del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a que se unan a las fuerzas regulares para combatir el crimen organizado en el estado de Michoacán desde la legalidad.

   Al parecer, la oferta de Los Pinos ha sido recibida con posiciones enfrentadas por parte de Estanislao Beltrán e Hipólito Mora, que se han autoproclamado principales líderes de las también llamadas policías comunitarias.

   De acuerdo con el diario mexicano 'Milenio', Beltrán está en contra de sumarse a los uniformados al considerar que ello pondría en peligro la vida de los civiles armados que participan en la lucha contra el crimen organizado en Tierra Caliente.

   "A nosotros no nos interesa convertirnos en parte de la Policía municipal, estatal o federal, lo que queremos es acabar con los criminales", dijo en una entrevista concedida recientemente a la prensa local.

   Beltrán explicó que en torno al 80 por ciento de los miembros de los grupos de autodefensa desean volver a sus trabajos, una vez concluya la ofensiva contra los criminales, y que, además, no reúnen las condiciones físicas para incorporarse a las fuerzas regulares.

   No obstante, Beltrán aseguró que están "abiertos al diálogo" con las autoridades, revelando que actualmente se están coordinando con los uniformados para detener a un centenar de personas por sus supuestos vínculos con las organizaciones criminales.

   Mora, en cambio, estaría dispuesto a deponer las armas, con la condición de que sus hombres puedan incorporarse a la Policía sin pasar las pruebas que normalmente se requieren para acceder al cuerpo de seguridad.

   Si bien, se ha mostrado consciente de la necesidad de hacer "controles de confianza", cuando la situación ya esté normalizada en Michoacán, admitiendo la posibilidad de que haya infiltrados en los grupos de autodefensa.

CRISIS MICHOACANA

   Michoacán vive una crisis de seguridad desde hace dos semanas, cuando los grupos de autodefensa asaltaron el municipio de Apatzingán, dando lugar a tiroteos, saqueos e incendios, incluso en la Alcaldía, que se saldaron con la muerte de una persona.

   Desde entonces, las también llamadas policías comunitarias han irrumpido en otras muchas localidades, lo que ha obligado al Gobierno de Peña Nieto a desplegar a las fuerzas federales y a crear el cargo de comisario federal de Seguridad de Michoacán.

   El objetivo de los grupos de autodefensa michoacanos es expulsar de la zona a Los Caballeros Templarios, que se han instalado en este estado para controlar este importante punto de la ruta de la droga hacia Estados Unidos, con el consecuente aumento de la violencia.

   En el último año se han multiplicado los grupos de autodefensa, sobre todo en las zonas rurales de México, con el único objetivo de erradicar el crimen organizado, según dicen, ante la pasividad de las autoridades y las fuerzas de seguridad.