CIUDAD DE MÉXICO, 3 Jul. (Reuters/EP) -
Varios ciudadanos encontraron hoy los cadáveres de cuatro hombres decapitados en la ciudad de Culiacán, en el norte de México y donde dos bandas de narcotraficantes libran una sangrienta batalla en medio de operativos del Gobierno con soldados y agentes de Policía.
Los vecinos de un barrio cercano al centro de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, hallaron en plena calle tres cuerpos envueltos en bolsas de plástico negras y un cuarto en el interior de un plástico. En el lugar fue encontrado un mensaje que hacía alusión a un supuesto "chapo traidor".
A pocos metros, ubicaron las cuatro cabezas dentro de bolsas de plástico blancas, dijo a Reuters un portavoz de la procuraduría de justicia del estado, que no quiso desvelar su identidad.
Los hombres habrían muerto por decapitación, una de las formas más comunes de ejecución de las bandas del narcotráfico mexicanas, dado que no tenían heridas de bala ni de arma blanca, señaló el portavoz.
También en Culiacán, cuatro sicarios de la droga murieron ayer durante un enfrentamiento con policías, según informó la Secretaría de Seguridad Pública federal. El choque comenzó cuando los agentes que realizaban recorridos por la ciudad fueron atacados por los sicarios.
En Sinaloa opera Joaquín "El Chapo" Guzmán, considerado el capo más buscado por el Gobierno, y que mantiene enfrentamientos para controlar territorio con un antiguo aliado, Arturo Beltrán Leyva, cuyos sicarios habrían sido los autores de la muerte de uno de los hijos de Guzmán en mayo.
El Gobierno del presidente Felipe Calderón reforzó con más militares y policías los operativos antidrogas en el estado, semanas después de haber hecho lo mismo en los fronterizos Chihuahua y Baja California, pero la violencia continúa.
En lo que va del año, más de 1.500 personas han muerto por la violencia generada por los cárteles, que luchan por las lucrativas rutas de entrada de drogas ilegales a Estados Unidos, el principal mercado de estupefacientes del mundo.