CIUDAD DE MÉXICO, 18 Nov. (EP/AP) -
El ex candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador exhortó hoy al Gobierno a invertir "urgentemente" 36.000 millones de dólares (24,5 millones de euros) en exploración petrolera y en refinerías para combatir la disminución de las reservas y llamó a sus seguidores a desplegar una "resistencia civil pacífica en todo el país para impedir cualquier intento de privatización del sector.
López Obrador habló ante unas 100.000 personas en la plaza del Zócalo de la capital mexicana, en uno de los actos menos concurridos desde que perdió por pocos votos las elecciones de julio de 2006, en las que fue elegido el presidente conservador Felipe Calderón.
La principal demanda de López Obrador es la reactivación de la decaída industria petrolera del país, cuya producción ha caído, complicándose la situación ante la falta de capacidad en las refinerías de la petrolera estatal Pemex, lo cual obliga al país a importar gasolina.
"Esto nos ha llevado a una gravísima situación de dependencia" en materia energética, dijo López Obrador, quien considera el petróleo el motor de la economía mexicana. Indicó que el plante de inversiones de emergencia, que sería financiado en buena parte, dice, al eliminar salarios y prestaciones de funcionarios, debería ser empleado para incrementar las perforaciones y modernizar las plantas petroquímicas del país.
Asimismo, dijo a sus seguidores que convocaría manifestaciones masivas y actos de resistencia si el Gobierno de Calderón da pasos hacia la privatización o venta a empresas extranjeras de Pemex.
López Obrador también denunció las acciones del Gobierno en favor de la privatización del sector energético por las inundaciones ocurridas entre octubre y noviembre en su estado natal de Tabasco y afirmó que las presas hidroeléctricas que podrían haber mitigado la crisis estaban abandonadas y se favorece la compra de energía de plantas privadas.
INCIDENTE EN LA CATEDRAL
Medio centenar de sus seguidores irrumpieron en la catedral más importante de la ciudad, situada en un costado de la plaza, donde volcaron reclinatorios y una baranda frente al altar mientras se celebraba una misa.
El grupo explicó que les molestó el llamamiento a misa con las campanas durante el acto de López Obrador, pero sus seguidores suelen interrumpir los servicios en el recinto, gritando lemas contra cargos eclesiásticos, a quienes acusan de interferir en la vida política.
Monseñor Rubén Ávila, que participaba en la misa, calificó la interrupción del servicio de "reprobable, condenable, lamentable, inadmisible".