Actualizado 19/01/2014 07:44

Sacerdote que oficia misa con chaleco antibalas denuncia impunidad

MÉXICO DF, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Gregorio López, un sacerdote obligado a oficiar misa con chaleco antibalas porque lleva años plantándole cara al narco en Apatzingán (Michoacán), está harto de la violencia y la connivencia del poder con los delincuentes, por lo que ha asegurado que llamará a los habitantes a luchar, si las autoridades no restablecen la seguridad.

   "Respeto a las autoridades, pero por favor no hagan de esto un show mediático, trabajen y detengan a los criminales. En 2010 llegaron muchos, pero no cambió nada. Espero que sea diferente y cambien las cosas en beneficio de los habitantes", sostiene en declaraciones al diario 'El Universal'.

   Este sacerdote trata de combatir la impunidad de la que se beneficia el cártel conocido como 'Los Caballeros Templarios' que opera en la zona de Tierra Caliente. Para ello denuncia públicamente el crimen porque, según comenta, "se sabe todo, hasta cuantos ministerios públicos, notarios y policías están con ellos".

   "Aquí se ve cómo masca la iguana, cómo corre el agua, sabemos cómo está todo. Tenemos la fuente de la gente. Sabemos cuántos muertos y secuestros hay. Cuántos ranchos han robado", argumenta el sacerdote.

   A sus 46 años, López ha visto como distintos grupos criminales se han disputado la zona de Tierra Caliente, un punto estratégico para el comercio de la droga. Denuncia que primero llegaron 'Los Zetas', después fueron 'Los Hermanos Valencia', posteriormente 'La Familia Michoacana', y ahora son 'Los Caballeros Templarios' los que atemorizan a la población.

   Dispuesto a morir por la libertad del pueblo, López asegura que hay cientos de familias que viven aterrorizadas, en una constante psicosis ante el modo de operar del narcotráfico, que es capaz de "controlarlo todo".

   Por ello, reclama al Presidente del país, Enrique Peña Nieto, que encarcele a los máximos responsables del narcotráfico" y recalca que se centre en el número uno, dos y tres de la organización. "Entonces, -asegura- le besará los pies".