CIUDAD JUAREZ (MÉXICO), 19 Jun. (Reuters/EP) -
Varios sicarios asesinaron el pasado lunes a la directora administrativa de la Policía en la violenta localidad mexicana de Ciudad Juárez, Silvia Molina, cerca de la frontera con Estados Unidos, en el último crimen relacionado con el combate contra los poderosos cárteles del narcotráfico.
El Gobierno del conservador Felipe Calderón envió en marzo tropas del Ejército y reforzó la presencia de la Policía Federal en la ciudad, pero la violencia no ha cesado. Molina fue asesinada a tiros fuera de su casa el lunes por la noche y su cuerpo fue hallado con un mensaje firmado supuestamente por sicarios, los cuales afirmaban que trabajan para Joaquín "el Chapo" Guzmán, uno de los narcotraficantes más buscados del país, que opera en el estado de Sinaloa.
"Le dispararon 10 veces mientras maniobraba su camioneta para estacionarla en la cochera de su vivienda", comentó un portavoz de la Policía. El equipo administrativo de Molina y el director de la academia de Policía de la ciudad renunciaron el martes en protesta por el asesinato, dejando temporalmente a la policía municipal sin funcionarios que paguen sus salarios y se ocupen de asuntos contables.
Cerca de 460 personas han sido asesinadas en Ciudad Juárez, ubicada frente a El Paso, Texas, en medio de enfrentamientos entre el grupo de Guzmán y el local cártel de Juárez. En todo el país, más de 1.400 personas han sido asesinadas en lo que va del año a pesar de los operativos que a fines de 2006 desplegó Calderón en los estados con mayor violencia.