MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de unos 40 presuntos sicarios del narcotráfico atacaron ayer una estación de Policía en el estado de Sinaloa, en el norte de México, horas después de que el Gobierno ordenó el despliegue de miles de soldados en la región para enfrentar una ola de violencia entre cárteles rivales.
Los hombres armados dispararon con fusiles automáticos y detonaciones de granadas a las instalaciones de la Policía ministerial del estado en la ciudad de Guamúchil, según informaron medios locales recogidos por Europa Press.
Los seis policías de la estación no fueron heridos en el ataque, que ocurrió en las primeras horas de la mañana cuando los hombres armados vestidos de negro descendieron de diez camionetas con logotipos de la Agencia Federal de Investigación.
Estos mismos delincuentes abrieron fuego minutos antes contra las fachadas de tres residencias ubicadas en tres barrios distintos de la misma ciudad, en donde se conoce que una persona ha resultado herida.
Según las primeras informaciones, fue necesario reforzar la seguridad del municipio de Salvador Alvarado, ubicado a 100 km de la capital, con agentes ministeriales adscritos a tres localidades cercanas al lugar del suceso.
Asimismo, el pasado martes, el presidente mexicano, Felipe Calderón, ordenó desplegar más de 2.700 soldados en el estado, conocido como el corazón del territorio del Cártel de Sinaloa -liderado por el hombre más buscado de México, Joaquín "el Chapo" Guzmán. El mandatario mexicano, que ha desplegado más de 25,000 soldados y policías federales desde finales de 2006 para combatir la violencia del narco, prometió la semana pasada recuperar las calles de México de las manos de pistoleros y traficantes.
Más de 1.100 personas han muerto este año en México a causa de los enfrentamientos entre cárteles rivales por el control de las rutas del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, así como con las fuerzas de seguridad.