Actualizado 02/01/2014 19:11

El contrabando ayudó a reducir los precios en el mercado paraguayo

ASUNCIÓN, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La inflación acumulada, que a finales de 2013 alcanzó el 8 por ciento, ha propiciado en los últimos años la progresiva entrada de productos de contrabando en el mercado negro paraguayo, llegando incluso a forzar la reducción del precio de muchos de ellos, como el azúcar, la carne, el combustible o los productos de telefonía móvil.

   Aunque la inflación acumulada de 2013 fue la más baja del último lustro, en diciembre del curso anterior ya llegaba al 8 por ciento y se espera que para el primer semestre de 2014 pueda alcanzar el 10 por ciento. Por ese motivo, los principales sindicatos han exigido una subida del salario mínimo que desde 2011 se mantiene en penas unos 360 dólares.

   Las portavoces de las principales centrales obreras de Paraguay han propuesto una subida salarial del 25 por ciento y poder llegar hasta los 870 dólares con los que cubrir los gastos en alimentación, para los cuales, han denunciado, se invierte más del 70 por ciento del actual jornal, por lo que acudir al contrabando se ha convertido en una mera cuestión de supervivencia.

   Si además otros derechos básicos como la sanidad o la educación pueden ser privatizados tras la aprobación de la Alianza Público Privada del Ejecutivo de Horacio Cartes, la subida del salario mínimo, han asegurado los sindicatos, es necesaria si se quieren equilibrar los gastos con los ingresos.

CRECIMIENTO ECONÓMICO DESIGUAL

   El Ministerio de Hacienda presentó la semana pasada un informe preliminar en el que se anunciaba un crecimiento del 13,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Paraguay durante 2013, en especial gracias a la expansión del sector agropecuario.

   No obstante, a pesar de las positivas cifras, que no repercutieron en todos los sectores, Paraguay sigue registrando altos niveles de pobreza, desigualdad y desempleo, tal y como ha informado el diario paraguayo 'Última Hora'.

   Así, la reducción de la pobreza apenas ha bajado un punto durante el pasado año, llegando incluso a aumentar un 0,6 por ciento los casos de penuria más extrema.