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MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las víctimas de la dictadura de Alfredo Stroessner, que reprimió Paraguay entre 1954 y 1989, han afirmado sentirse optimistas después de la celeridad con la que la Justicia argentina ha iniciado los tramites para investigar los crímenes cometidos en aquellos años, por lo que esperan "que pronto se anuncien las primeras órdenes internaciones de búsqueda y captura" contra los torturadores y represores.
En la sede que la Asociación de Mujeres de Guatemala tiene en el centro de Madrid, el abogado querellante Aitor Martínez ha explicado las motivaciones de la denuncia, además de informar de la situación de impunidad que la desidia y el desinterés de las autoridades judiciales han provocado.
La querella presentada por una serie de víctimas de la dictadura y encabezada por la Dirección General de Verdad, Justicia y Reparación de Paraguay es la primera de estas características en el país, cuyas autoridades judiciales han sido criticadas en numerosas ocasiones por su falta de voluntad a la hora de investigar este tipo de delitos.
Ante el escaso interés de la Justicia de Paraguay por iniciar un proceso contra los crímenes de la dictadura --se estima que 1 de cada 124 personas en el país sufrieron algún tipo de violación contra los Derechos Humanos--, los querellantes acudieron a la Justicia argentina, animados por su amplitud de la jurisdicción en el ámbito penal internacional y por antecedentes recientes como los procesos contra el franquismo o el genocidio armenio.
El letrado español, quien también llevó la causa de la masacre de Curuguaty en 2012, ha denunciado que a pesar de las tres toneladas de material probatorio, los llamados 'archivos del terror' "en los que se describen con todo lujo de detalles las torturas y violaciones contra los Derechos Humanos" cometidos por casi 450 presuntos torturadores, la Fiscalía de Paraguay ha decidido archivar las causas en todas las ocasiones.
"La sociedad paraguaya en su gran mayoría no tiene una conciencia muy amplia de la dictadura, es un país olvidado, hermético, del que apenas se sabe nada en el exterior", ha explicado Martínez para explicar la situación de un país que tras la caída del régimen militar jamás tuvo una depuración en las principales instituciones, sino un "continuismo", donde todo "quedó en las mismas manos".
Uno de los puntos de la conferencia en los que se ha indagado con especial interés ha sido el relacionado con las víctimas de la comunidad indígena Aché, etnia especialmente castigada durante el 'stronismo', víctimas de cacerías humanas por parte del Ejército paraguayo.
En el informe presentado ante la Justicia, los querellantes denuncian unas 425 ejecuciones registradas, además de 20.000 desaparecidos a través de diferentes mecanismos, como en los llamados 'vuelos de la muerte'. Además se recogen testimonios de violaciones n el centro de tortura de 'La Técnica', secuestros de niñas que acabaron siendo explotadas sexualmente y más de 20.000 exilios forzados.