Actualizado 21/04/2015 18:15

30 años de la muerte de Tancredo Neves, el presidente que murió antes de tomar posesión

Tancredo Neves
Foto: GETTY

RÍO DE JANEIRO, 21 Abr. (Notimérica) -

   El fallecido presidente brasileño Tancredo Neves moría hoy hace 30 años, justo la noche antes de tomar posesión de su cargo, un hecho insólito que, unido al hecho de que fuera el primer candidato civil electo tras la dictadura militar, lo convirtió de repente de un mito popular.

   El 21 de abril de 1985 Brasil despertó conmocionado: Neves moría después de siete intervenciones quirúrgicas y 39 días de lucha contra una enfermedad intestinal. Había sido elegido presidente apenas un mes antes y la mayoría desconocía que ya entonces estaba enfermo.

   Los brasileños le conocían bien: en septiembre de 1961 fue designado primer ministro por el presidente João Goulart, pero tras el golpe de estado de 1964 Neves se unió al Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el bloque que agrupaba a toda la oposición al régimen militar. Allí desarrolló su carrera en la militancia y fue elegido gobernador del Estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país.

   Neves participó en el movimiento 'Diretas Já!', que pedía elecciones presidenciales directas, eliminando la tutela de las Fuerzas Armadas sobre el Congreso, y aunque las reivindicaciones no triunfaron consiguió ser el candidato de la oposición a las elecciones de 1984, las primeras en las que sólo había candidatos civiles y no militares.

   Con el beneplácito del presidente del MDB, Ulysses Guimarães, uno de los principales impulsores de la redemocratización, y con José Sarney como candidato a vicepresidente, Neves consiguió la victoria en las elecciones legislativas del 15 de enero de 1985, por 480 votos contra los 180 del oficialista Paulo Maluf.

   El 14 de marzo, la víspera del día que iba a tomar posesión, Neves empezó a sentir fuertes dolores abdominales y fue internado en el Hospital Base de Brasilia. Se descubrió una fuerte hemorragia y allí "empezó el caos", según relata el médico Luis Mir en su libro 'O paciente', que reúne sus investigaciones sobre el caso.

   Según la tesis de este investigador Neves se resistía a ser operado de urgencia -"déjenme tomar posesión y después hagan conmigo lo que quieran", repetía--, pero al final los médicos convencieron a la familia y el político fue operado ante la excitación y el nerviosismo de toda la cúpula política del país; en el quirófano había más de 60 personas, entre médicos, ministros y parlamentarios.

   La situación se agravó y empezaron cuatro semanas de lenta agonía. A su muerte le siguió uno de los funerales más multitudinarios de la historia de Brasil: más de dos millones de brasileños salieron a las calles a lamentar la muerte de este líder político, que en su discurso de toma de posesión -que nunca llegó a leer_ dejaba patente que el progreso político del país se debía más "a la fuerza reivindicadora de los hombres del pueblo que a la conciencia de las élites".

   Así pues, contra todo pronóstico el 15 de marzo de 1985 fue el vicepresidente Sarney quien se vistió con la banda presidencial. El destino quiso que fuera él y no Neves quien guiara a Brasil hacia la democracia: a partir de ese momento se instituyeron elecciones directas para todos los cargos, se legalizaron los partidos y se convocó la Asamblea Nacional Constituyente.

EL NIETO QUE SIGUE LA ESTELA

   Neves murió antes de tomar posesión de su cargo, requisito indispensable para ser considerado presidente. Pero para corregir el desajuste y honrar su memoria en 1986 el Congreso brasileño aprobó una ley para que fuese considerado oficialmente presidente de Brasil y figurase en la galería de expresidentes con todos los efectos legales.

   Además, su legado ha sido perpetuado por su nieto, Aécio Neves, que trabajó codo a codo con él como su secretario personal. Neves fue dos veces gobernador del Estado de Minas Gerais y el último candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) a presidente de la república.

   Haciendo constantes alusiones a la memoria de su abuelo y a todos los valores que aprendió de él, Neves a punto estuvo de robarle la presidencia a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, que finalmente ganó las últimas elecciones de octubre de 2014 con el 41,5% de los votos.