Actualizado 01/06/2010 22:04

Las Abuelas de la Plaza de Mayo denuncian a la propietaria de 'Clarín'

Abuelas de Plaza de Mayo
Reuters


BUENOS AIRES, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Carlotto, denunció este martes a la propietaria del grupo de comunicación argentino 'Clarín', Ernestina Herrera de Noble, por considerar que ha incurrido en un delito de obstrucción a la Justicia tras recusar a la jueza que investiga la verdadera filiación de sus hijos adoptivos.

Carlotto criticó el intento de la empresaria de "perturbar" el desarrollo de la Justicia al intentar recusar a la jueza Sandra Arroyo, encargada de investigar la filiación de Felipe y Marcela Noble Herrera que, según denuncian las Abuelas y las dos familias demandantes, podrían haber sido secuestrados por la dictadura de Jorge Videla (1976-1983) y dados en adopción a simpatizantes del régimen militar.

La dirigente de esta organización defendió el trabajo de la magistrada por considerar que "es independiente" y advirtió que "detrás de esta estrategia dilatoria hay algo muy extraño y oscuro". En concreto, la activista apuntó a miembros de la cúpula militar del régimen como "posibles entregadores" de los jóvenes, entre ellos señaló a Ramón Campa, Monseñor Plaza y al propio Videla.

Asimismo, Carlotto calificó de "siniestro" el intento de Herrera de Noble de desprestigiar el trabajo del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que fue creado por las Abuelas en 1984 para almacenar en él las muestras de ADN de todas las familias afectadas por el secuestro de niños durante la dictadura.

"Es siniestro pensar que a través del Banco creado por nosotras queramos cualquier nieto a costa de lo que sea. Es algo perverso y una ofensa tremenda", dijo Carlotto en una rueda de prensa ofrecida en la sede de la organización en Buenos Aires.

ANÁLISIS DE ADN

La presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo respaldó el trabajo realizado el pasado viernes por los técnicos judiciales en la extracción de nuevas muestras sanguíneas de Felipe y Marcela con el fin de cotejarlas con las del BNDG.

"La jueza tomó todos los recaudos para que no existiera violencia y las versiones sobre formas vejatorias son absurdas e inexactas", dijo Carlotto.

Estos análisis se practicaron después de que ambos jóvenes se negaran a que los primeros se utilizaran para comparar su ADN con el almacenado en el BNDG, ya que accedieron a realizárselos bajo la condición de que estas muestras se cotejasen únicamente con las de las dos familias demandantes.