Actualizado 20/08/2009 21:53

Los afganos votan pese a la violencia esporádica

Por Peter Graff y Hamiz Shalizi

KABUL (Reuters/EP) - Millones de afganos acudieron el jueves a votar, desafiando las amenazas y episodios aislados de violencia en todo el país, para elegir a un presidente mientras empeora la guerra.

"El pueblo afgano desafió cohetes, bombas e intimidación y salió a votar", dijo el presidente Hamid Karzai en una breve conferencia de prensa tras el cierre de las urnas.

"Ya veremos cuál fue la participación. Pero vinieron a votar. Eso es fantástico, fantástico", añadió.

El Gobierno afgano dijo que nueve civiles y 14 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en un total de 135 incidentes que se produjeron en el país en el día de las elecciones.

Dos combatientes talibanes murieron en un tiroteo en la capital afgana y cayeron cohetes en varias ciudades, principalmente en el sur y el este, pero la violencia disminuyó en el transcurso del día.

Los talibanes no lograron llevar adelante ningún ataque espectacular que pudiera amenazar el desarrollo de la votación.

"En general, la situación de seguridad ha sido mejor de lo que temíamos. Por supuesto, éste es el aspecto más positivo de estas elecciones", dijo Kai Eide, jefe de la misión de la ONU en Kabul.

"La situación de seguridad ha permitido, en general, a la gente participar en las elecciones", precisó.

Las encuestas preelectorales mostraban que Karzai, en el poder desde el 2001, probablemente ganaría pero sin el suficiente apoyo como para evitar una segunda vuelta contra su principal rival: su ex ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Abdullah, quien realizó una campaña muy enérgica.

Las elecciones son en gran medida un referendo sobre Karzai, un hábil constructor de coaliciones que personalmente es apreciado por la mayoría de los afganos pero al que también acusan de dirigir un Gobierno corrupto, ineficaz y completamente dependiente de la ayuda internacional.

El presidente dependía del apoyo de muchos de los ex jefes milicianos del país para sumar votos, lo que generó alarma entre sus partidarios occidentales de que el costo de una victoria electoral sería el regreso de los caudillos al poder.

Las elecciones también son una prueba para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ordenó un importante aumento de tropas este año como parte de una estrategia para luchar contra el avance de los talibanes.

SIN ATAQUES IMPORTANTES

El enviado de Estados Unidos a la región, Richard Holbrooke, visitó varios centros electorales en Kabul y dijo que la votación que había visto era "abierta y sincera" y agregó que "hasta el momento cada predicción de desastre ha resultado ser errónea".

Los resultados preliminares no se esperan hasta dentro de dos semanas, a pesar de que las sedes de votación podrían comenzar a enviar reportes antes. Si fuera necesaria una segunda vuelta, ésta se realizaría a inicios de octubre.

Muchos afganos dijeron que no estaban intimidados.

"El pueblo afgano está acostumbrado a vivir bajo las peores circunstancias de inseguridad y enfrentamientos, entonces ¿por qué deberían tener miedo de salir y votar?", comentó Sayed Mustafa, un estudiante de Kabul, exhibiendo su dedo con tinta para probar que había sufragado.

En la provincia norteña de Baghlan, guerrilleros talibanes atacaron un puesto policial, dando muerte a un jefe de policía local.

Varios cohetes cayeron en las ciudades de Kandahar, Laskar Gah, Ghazni y Kunduz, donde dos observadores electorales resultaron heridos en un centro de votación.

Los ataques se han incrementado en las semanas previas a los comicios, con los combatientes montando dos grandes ataques suicidas con coches bomba y un sitio en un edificio de la normalmente segura capital.

En una serie de comunicados publicados antes de la elección, combatientes talibanes indicaron que habían infiltrado a 20 atacantes suicidas en la capital y que cerrarían todos los caminos del país.

Las preocupaciones se han centrado especialmente en áreas del sur, bastión talibán en donde también se centra el apoyo a Karzai.

Sin embargo, la seguridad en gran parte del país es mejor que lo que fue en Irak cuando se celebraron varias elecciones exitosas.