Actualizado 30/06/2009 23:17

Ahmadinejad dice que elección es una derrota para enemigos Irán

Por Fredrik Dahl y Parisa Hafezi

TEHERAN (Reuters/EP) - El presidente Mahmoud Ahmadinejad celebró el martes su reelección como una victoria del pueblo iraní y una derrota para los enemigos de la república islámica.

La elección del 12 de junio desató los disturbios internos más violentos desde la Revolución Islámica de 1979, pero los líderes de línea dura han recuperado su poder en el quinto mayor exportador de petróleo, cuyo programa nuclear ha despertado temor en Occidente.

"Esta elección fue en realidad un referendo. La nación iraní fue la victoriosa y los enemigos, a pesar de su (...) complot para una suave derrocamiento del sistema, fracasaron y no pudieron lograr sus objetivos", dijo Ahmadinejad, citado por la agencia estatal de noticias IRNA.

Irán frecuentemente acusa a potencias occidentales de buscar la caída del Estado islámico a través de una "suave" o "revolución de terciopelo" con la ayuda de intelectuales y de otras personas dentro del país.

El cuerpo que supervisó la votación descartó cualquier apelación legal y dijo que aquellos que aleguen fraude deberían ser procesados.

"Basado en la Constitución de Irán, el Consejo de Guardianes es el principal cuerpo legislativo para rever las quejas sobre la elección. Los miembros del Consejo han aprobado de forma unánime el resultado electoral", dijo su portavoz Abbasali Kadkhodai en una conferencia de prensa.

"El caso de la décima elección presidencial está cerrado", dijo, un día después de que el consejo rechazó las quejas presentadas por dos de los candidatos derrotados, Mirhossein Mousavi y Mehdi Karoubi.

Kadkhodai instó a la Justicia a tomar acciones legales contra aquellos que "divulguen rumores sobre un fraude electoral".

En una declaración publicada el martes en el sitio web de Mousavi, su oficina de prensa no hizo comentarios sobre la confirmación oficial del resultado electoral, pero se refirió a su carta enviada el sábado al Consejo de Guardianes, donde repetía su demanda de que se anularan los comicios.

El próximo paso formal es que el Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei, confirme a Ahmadinejad como presidente. El Parlamento presidirá su juramento unas semanas más tarde.

Aún no es claro si Mousavi insistirá con su demanda de que la votación sea cancelada -poniéndose en riesgo de ser detenido- o si aceptará la derrota en manos de Ahmadinejad, que tiene el apoyo de Khamenei, las Guardias Revolucionarias y los legalistas.

CLERIGO DE LINEA DURA

El clérigo de línea dura Ahmad Khatami dijo que todo aquel que se siga oponiendo a la decisión del Consejo de Guardianes se estará oponiendo a la ley.

"Demuestra que esta gente no quiere avanzar por canales legales y que le gustaría lograr sus objetivos por la fuerza", dijo según citó la agencia de noticias Fars.

Cientos de miles de iraníes participaron de las protestas después de que se declaró por primera vez la victoria de Ahmadinejad, pero la policía antidisturbios y la milicia religiosa reprimieron las manifestaciones desde el 20 de junio.

Medios estatales han dicho que 20 personas murieron durante las violentas manifestaciones, de las cuales el Gobierno y la oposición se responsabilizan mutuamente.

Cientos de personas fueron detenidas durante los disturbios, pero aún no es claro cuántos permanecen en custodia. Decenas de políticos reformistas y activistas capturados poco después de la votación siguen detenidos.

La votación y sus turbulentas secuelas expusieron divisiones en el sistema político iraní, pero por ahora las opciones lucen limitadas para los reformistas y conservadores opositores a Ahmadinejad, entre los que se encuentran hombres poderosos como el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani.

La comisión de seguridad nacional y política exterior del Parlamento ha intentado acercar las diferencias, manteniendo reuniones con Rafsanjani, Mousavi y Karoubi, al igual que con clérigos y funcionarios de alto rango. También se prevé que realizará una reunión con Ahmadinejad.

"Estamos intentando fortalecer la unidad nacional y la solidaridad", dijo Hassan Ebrahimi, miembro de la comisión, según citó la agencia IRNA.

Teherán, que está inmerso en una disputa con Occidente por su programa nuclear, ha responsabilizado a las potencias extranjeras por la crisis post electoral.