Actualizado 13/06/2009 00:51

Ambas partes claman victoria en elecciones en Irán

Por Parisa Hafezi y Zahra Hosseinian

TEHERAN (Reuters/EP) - La prensa estatal declaró al presidente Mahmoud Ahmadinejad ganador de las reñidas elecciones del viernes en Irán, pero el candidato rival Mirhossein Mousavi denunció irregularidades y clamó su victoria.

El jefe de la estatal comisión electoral informó que Ahmadinejad estaba liderando los conteos por sobre Mousavi con el 69 por ciento de los votos, frente al 28 por ciento, con alrededor del 19 por ciento de los sufragios escrutados.

La agencia estatal de noticias IRNA reportó: "El doctor Ahmadinejad, al haber ganado la mayoría de votos en la décima elección presidencial, ha asegurado su victoria".

Mousavi se adelantó a los anuncios oficiales y convocó a una conferencia de prensa en la que alegó que había habido irregularidades en el proceso, incluyendo la falta de papeletas de votación.

"Yo soy el ganador definitivo de estas elecciones presidenciales", declaró Mousavi antes de que la comisión electoral informara las primeras cifras, a las cuales no reaccionó inmediatamente.

Una peleada campaña generó un intenso entusiasmo dentro de Irán y levantó un gran interés alrededor del mundo, con analistas políticos mirando de cerca cualquier señal de cambio de enfoque en Teherán, cuyos lazos con Occidente han empeorado bajo el Gobierno de Ahmadinejad.

Una victoria de Mousavi podría ayudar a aliviar las tensiones con Occidente, preocupado por las ambiciones nucleares de Teherán, además de mejorar las posibilidades de una relación con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha hablado de un nuevo comienzo en los lazos con Irán.

Mousavi, un ex primer ministro, dijo mucha gente no pudo votar a pesar de que fue extendido el horario por cuatro horas. Millones de iraníes acudieron a los centros de votación.

Previamente, en Washington, Obama dijo que su Gobierno estaba satisfecho con el debate que se estaba llevando a cabo en Irán e indicó que esperaba que ayude a los dos países a comprometerse "en nuevas formas".

En la conferencia de prensa, Mousavi enumeró una serie de problemas con el proceso de votación.

"Estamos esperando el conteo de votos para pedir explicaciones de estas irregularidades", explicó. "Esperamos celebrar con la gente pronto", añadió.

Bajo las reglas electorales, si ninguno de los candidatos obtiene el 50 por ciento de los votos, una segunda vuelta debe ser celebrada el 19 de junio entre los dos que obtengan la mayor cantidad de sufragios.

CONCURRENCIA A FAVOR DE REFORMISTAS

Largas filas se formaron en los centros de votación y funcionarios señalaron que esperaban una participación de cerca del 70 por ciento o más, acercándose al récord del 80 por ciento, cuando el reformista Mohammad Khatami logró una victoria abrumadora en 1997.

Algunas personas dijeron que tuvieron que esperar más de dos horas para votar, tanto en el norte y las áreas de la capital donde Mousavi cuenta con más apoyo, como en el sur y en los barrios más pobres, vistos como bastiones de Ahmadinejad.

Una alta participación podría indicar la presencia en los centros de votación de muchos pro reformistas, que se alejaron cuando Ahmadinejad obtuvo una sorpresiva victoria hace cuatro años con la promesa de revivir los valores de la Revolución Islámica de 1979.

Analistas políticos ya anticipaban una reñida contienda.

Para los iraníes se trata de una oportunidad de juzgar los cuatro años en el cargo de Ahmadinejad, en particular su gestión de la economía de la República Islámica, dependiente de las exportaciones petroleras pero que sufre una alta inflación y desempleo.

Aunque Ahmadinejad, de 52 años, dice que su Gobierno ha relanzado el crecimiento económico y frenado las alzas de precios, la economía fue el principal tema de la campaña. La inflación oficial es de alrededor de un 15 por ciento.

Temas sociales, como los estrictos códigos de vestimenta para las mujeres y las relaciones de Irán con el mundo exterior, también aparecieron en la campaña, pero el resultado de la votación no cambiará la política exterior del país, que es fijada por Khamenei.