Actualizado 22/12/2014 23:20

América Latina apuesta por la continuidad de sus Gobiernos en 2014

Presidentes en América Latina 2014
Foto: REUTERS/NOTIMÉRICA

MADRID, 22 Dic. (Notimérica) -

   Este 2014 ha sido un año plagado de elecciones en el continente americano, con siete de los 19 Estados que conforman la región viviendo unos comicios que definirán la política regional durante los próximos años. Aunque los cambios podrían haber sido profundos, la mayoría de los países ha decidido optar por la reelección de sus presidentes, marcando así una clara línea de continuidad política.

SANTOS EN COLOMBIA.

   El pasado 25 de mayo tuvo lugar la segunda vuelta de las elecciones en Colombia y salió reelecto el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, con un ajustado 50,95 por ciento de los votos ante el 'uribista' Óscar Iván Zuluaga que perdió con el 45 por ciento, en unos comicios que fueron clasificados como los más reñidos de la historia política reciente del país.

   Colombia votaba con una gran abstención --más del 60 por ciento-- la continuidad del mandatario, pero también elegía la continuidad del diálogo de Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para acabar con el conflicto que enfrenta desde hace más de medio siglo al Estado y a la guerrilla colombiana y que ha dejado más de 6,5 millones de víctimas.

   Tras una campaña electoral reñida y controvertida, Santos consiguió convencer de sus buenas intenciones para lograr la paz y de los beneficios económicos y sociales que llegarían a Colombia una vez conseguido el objetivo. Así, el mandatario no ha tenido que hacer las maletas en la Casa de Nariño y continúa el diálogo con la guerrilla en La Habana (Cuba), el cual se vio brevemente interrumpido por el secuestro del general Rodrigo Alzate el pasado mes de noviembre.

ROUSSEFF EN BRASIL.

   La campaña brasileña también fue la más reñida de la historia del país desde la vuelta a la democracia en los años 80. Vencía de nuevo una Dilma Rousseff debilitada por los escándalos de corrupción de la Operación Lava Jato, que destapó una trama de corrupción en seno de la compañía estatal Petrobras.

   Rousseff se imponía el pasado 26 de octubre con el 51,64 por ciento de los votos frente al derechista Aecio Neves, que lograba convencer 48,36 por ciento de los electores, y prometía un Gobierno de "diálogo", consciente del resultado ajustado de los comicios.

   Neves fue un rival inesperado. La repentina muerte del líder del Partido Socialista de Brasil (PSB), Eduardo Campos, infló en las encuestas a la que llegaría para quedarse como su sucesora, Marina Silva, y la opinión pública situaba a las dos mujeres como finalistas en la segunda vuelta.

   Finalmente, el tradicional Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) se acabó imponiendo como viene siendo tradicional en el país y desafío al oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

TABARÉ VÁZQUEZ EN URUGUAY.

   El pasado 30 de noviembre volvía a ganar unas elecciones presidenciales el 'frenteamplista' Tabaré Vázquez, quien ya había gobernado Uruguay antes que José Mujica, desde el año 2005 al 2010.

   Con una victoria holgada de un 53,5 por ciento, frente a un 41,2 por ciento de su rival, Luis Lacalle, Vázquez no hizo sino confirmar las encuestas que siempre le dieron como vencedor de estos últimos comicios.

   Como reto, el izquierdista deberá continuar con el legado del original Mujica, que ha logrado cifras récord en reducción de la pobreza y en crecimiento económico, al tiempo que, predicando con el ejemplo, ha entonado un discurso crítico con el capitalismo y las relaciones internacionales situando a Uruguay en el mapa internacional.

EVO MORALES EN BOLIVIA.

   El presidente de Bolivia, Evo Morales, inició el pasado 12 de octubre su tercer mandato presidencial. El exsindicalista de 54 años rememoraba así su histórica llegada a la Presidencia de Bolivia en 2005; era la primera vez que en un país de mayoría indígena, con un 62 por ciento, un indígena llegaba al poder.

   La victoria de Morales, que obtuvo más del 60 por ciento de los votos, dejó muy por detrás a sus rivales. Aún así, el presidente boliviano aceptó demasiado pronto que había vencido, adelantándose a un lento Tribunal Supremo Electoral (TSE) que acabó dándole la razón más tarde.

   Pese a que el panorama político y social actual parece no ser tan favorable como en 2005, el presidente continúa siendo el político con mas apoyo en Bolivia. Según él mismo ha reconocido, no ver a un posible sucesor es algo que le quita el sueño.

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