Actualizado 20/04/2013 00:43

AMP.- Venezuela.- Maduro asume la Presidencia de Venezuela jurando lealtad a la "memoria eterna" de Chávez

El recuerdo al difunto mandatario y las críticas a la oposición ocupan gran parte del primer discurso de Maduro como "presidente constitucional"


CARACAS, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Nicolás Maduro ha asumido este viernes formalmente la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, en una ceremonia solemne en la Asamblea Nacional en la que ha jurado por la Constitución, por el pueblo y por la "memoria eterna" de su predecesor y mentor, el fallecido Hugo Chávez.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ha presentado el acto y ha pedido a Maduro que asuma la Presidencia "en presencia de la memoria" del "libertador Simón Bolívar" y del "comandante eterno Hugo Chávez", así como ante el "pueblo revolucionario".

A continuación, y ante más de sesenta delegaciones internacionales y de la familia del expresidente, Maduro ha tomado la palabra para jurar por la Constitución, por el "legado eterno" de Bolívar, por Dios, por el "pueblo de Venezuela" y por la "memoria eterna" de Chávez, que en diciembre le nombró sucesor.

"Cumpliré y haré cumplir las leyes", ha añadido, en un breve arranque protocolario que ha concluido con la imposición de la banda presidencial y del gran collar del libertador. María Gabriela Chávez, hija del difunto mandatario, subió a la tribuna para la imposición de estos emblemas.

Ya en su primer discurso como "presidente constitucional", Maduro ha querido hablar "para todos" rememorando los logros históricos que han convertido Venezuela en lo que es hoy. Así, después de recordar los 203 años transcurridos desde el inicio de la lucha independentistas, el mandatario ha enumerado los logros de Chávez y las "conspiraciones" a las que tuvo que hacer frente su predecesor.

La figura de Chávez --"el inmortal de América", según Maduro-- ha estado presente no sólo en el discurso del nuevo jefe de Estado, sino también físicamente en la Asamblea Nacional. Un gran cartel con el lema "Hasta la victoria siempre" ha presidido la sesión, en la que se ha llegado a escuchar la voz del difunto 'comandante' a través de la grabación del himno.

Sin embargo, el propio Maduro ha admitido sus diferencias con su mentor y ha reconocido que las del pasado domingo fueron "las elecciones más difíciles" a las que se tuvo que enfrentar el 'chavismo'. "En primer lugar porque yo no soy Chávez", ha apuntado.

Maduro ha defendido el "carácter histórico" de la victoria electoral al mismo tiempo que ha admitido, "con objetividad", la pérdida de apoyo en relación a la votación celebrada en octubre de 2012, las última de Chávez. Se ha preguntado "por qué algunos votaron contra ellos mismos" y apoyaron al "candidato antichavista", lo cual se tradujo en una fuga de votos y en una "merma del 4 por ciento" para el oficialismo.

EL "FASCISMO" OPOSITOR

La oposición ha boicoteado el acto de toma de posesión en la Asamblea Nacional, pero ha tenido también su cota de protagonismo por boca de Maduro, que ha vuelto a cargar duramente contra el "fascismo" y el "odio" promovido, a su juicio, desde las filas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Maduro ha dicho "reconocer" y "respetar" a los "siete millones de votantes" que el día 14 respaldaron al principal candidato opositor, Henrique Capriles, y les ha tendido la mano para "trabajar" junto a ellos durante los próximos años.

A estos votantes opositores les ha lanzado un mensaje: "No se dejen inocular tanta intolerancia y odio". De esta forma, ha reprobado las actitudes "fascistas" de los líderes opositores, a los que ha acusado de preparar "escenarios golpistas" y de difundir una campaña de "odio y muerte" similar a las de los nazis.

"Afortunadamente somos tan fuertes y estamos tan unidos" que "no pudieron imponer su escenario de violencia", ha añadido, antes de recordar a los "héroes y heroínas caídos" durante los últimos días, en el marco de la violencia postelectoral.

"Van a pagar los crímenes quienes los incitaron. Sólo con la justicia será posible sanar el odio y la intolerancia", ha añadido, sin mencionar expresamente el nombre de Capriles.

IMPUGNACIÓN

El nuevo mandatario, que ya ejercía como presidente 'encargado' desde la muerte de Chávez el pasado 5 de marzo, ha criticado el "capricho" de la oposición de impugnar ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) la victoria del Partido Socialista Unido de Venezuela en los comicios recientes.

La MUD acudió al CNE con un documento con "inconsistencias", según Maduro, que ha considerado "improvisados" los argumentos de la oposición para pedir un nuevo recuento de los votos

La junta electoral ha admitido una auditoría parcial que Maduro ha dicho "respetar". "Que haga lo que tenga que hacer en el marco de la ley", ha apostillado, si bien ha insistido que "las elecciones pasaron" y que ahora lo que toca es "trabajar" por el país y por la "revolución" que impulsó Chávez desde su llegada al poder en 1999.

"GOBIERNO MILAGROSO"

Maduro, que ha hablado durante más de hora y media, ha prometido encabezar un "Gobierno milagroso", "una revolución dentro de la revolución" para que el país "se democratice aún más". Entre sus promesas de futuro, el nuevo mandatario ha planteado la mejora de los barrios, el impulso de la cultura, la defensa de las Fuerzas Armadas o la lucha contra la corrupción.

Sobre inseguridad, la principal preocupación de los venezolanos, Maduro ha abogado por dar un "salto adelante" siguiendo la estela dejada por Chávez. Por un lado, ha sugerido la necesidad de fortalecer la presencia policial y la justicia y, por otro, nuevos impulsos para incentivar a los jóvenes para que "se incorporen al trabajo y entreguen las armas".

Maduro también se ha marcado como otro de sus objetivos para los próximos años la "pobreza cero", algo que para la revolución bolivariana pasa, entre otras iniciativas, por "trascender el capitalismo" y por impulsar todos los sectores productivos del país sudamericano.

En cualquier caso, ha advertido de que "sin el pueblo no se puede" seguir en esta "revolución de la revolución" y "hacer realidad los sueños de Hugo Chávez" de crear una "patria grande".