Actualizado 17/12/2015 10:12

Un año del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU

Un año de las relaciones de Cuba y Estados Unidos
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   WASHINGTON, 17 Dic. (Notimérica) -

   El 17 de diciembre de 2014 se producía un acontecimiento histórico y largamente esperado: Cuba y Estados Unidos anunciaban el restablecimiento de relaciones diplomáticas tras 53 años de clara enemistad.

   La liberación por Cuba del ex contratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el estadounidense Alan Gross, tras pasar cinco años en una prisión cubana, y la decisión de Estados Unidos de dejar en libertad a tres de los miembros del conocido como grupo de 'Los 5', que permanecían presos en cárceles norteamericanas desde hacía más de 16 años, fue el acontecimiento último que propició la reanudación de las relaciones.

   Pero antes hubo muchos movimientos para llegar a ese acuerdo, en el que el Papa Francisco jugó un papel fundamental. Fue el resultado de un año y medio de negociaciones secretas con apoyo del Vaticano y Canadá.

   Igualmente, medios de tanto poder como el diario estadounidense 'The New York Times' habían pedido reiteradamente acabar con el "insensato" embargo de Estados Unidos a Cuba.

   Pero desde esa fecha ¿Qué ha pasado?

   Entre los principales avances está la reapertura de las embajadas. Fue el pasado 20 de julio cuando Estados Unidos y Cuba protagonizaron un momento histórico en las relaciones de ambos países: la reapertura de sus sedes diplomáticas tras 54 años.

   Dos ceremonias, dos países y la primera señal palpable del acercamiento entre ambos países desde que Raúl Castro y Barack Obama anunciaran el 17 de diciembre de 2014 el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas.

   Un mes antes, Estados Unidos retiraba a Cuba de su lista de países patrocinadores del terrorismo, considerado por la isla uno de los principales obstáculos para la normalización de relaciones, y a finales de julio, mejoraba la clasificación de la Isla en materia de tráfico humano al retirarla de su lista de observación susceptible de sanciones y colocar a la isla en un segundo nivel de los tres que consta su evaluación.

   Aparte de estos hechos de trascendencia mediática, ha habido otros avances como el levantamiento por parte de Estados Unidos de las restricciones a las telecomunicaciones, agricultura y finanzas para negociar con la isla, y la autorización de 12 categorías de viajes en los que se podrán usar tarjetas de crédito, gastar sin límites y volver hasta con 100 dólares en puros cubanos.

   Además, en mayo, el Departamento del Tesoro de EE UU otorgó licencias a cuatro compañías de transbordadores para ofrecer el servicio de transporte marítimo de pasajeros en la isla por primera vez en cinco décadas. En el mismo mes, la sección de intereses de Cuba en Estados Unidos conseguía el acceso a servicios financieros para sus operaciones en el país, al llegar a un acuerdo con el Banco Stonegate de Fort Lauderdale.

   Más recientemente, a principios de diciembre, Cuba y Estados Unidos abordaron el tema de las reclamaciones multimillonarias mutuas de bienes expropiados y otros daños

   EMBARGO Y DERECHOS HUMANOS

   Pero los principales asuntos que distancian a Cuba y Estados Unidos siguen sin resolverse. Por parte de la Isla, no se ha conseguido que el Gobierno de Barack Obama levante el embargo económico, mientras que desde el lado norteamericano se sigue insistiendo en la necesidad de que el régimen castrista mejore la situación de los derechos humanos de los cubanos.

   Sobre este último asunto, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, mostraba esta misma semana su "preocupación" por la "alarmante cantidad de arrestos arbitrarios y detenciones breves" de activistas y disidentes en Cuba durante las últimas semanas.

   El propio Barack Obama advertía también esta semana que le gustaría poder visitar Cuba en 2016 antes de terminar su mandato pero que para que esto ocurra los cubanos deben de gozar de más libertades.

   En cuanto al levantamiento del embargo económico, a finales de octubre pasado, Estados Unidos votó en contra de la resolución que como todos los años presenta Cuba ante la Asamblea General de Naciones Unidas para poner fin al embargo que el país norteamericano impuso a la isla caribeña en la década de 1960.

   Una postura que contradice las declaraciones públicas que Obama ha hecho en los últimos meses y en las que ha defendido la necesidad y los beneficios de levantar el embargo. Es más, el presidente ha llegado a decir que el bloqueo "nunca sirvió".

ÉXODO DE CUBANOS

   Por otro lado, el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos ha acelerado la marcha de muchos cubanos hacia Norteamérica por temor a que cuando las relaciones se normalicen plenamente dejen de ser considerados refugiados políticos y por tanto no tengan las facilidades actuales para ser acogidos en EEUU.

   Ello ha provocado una auténtica crisis crisis humanitaria que afecta a miles de migrantes cubanos: unos 5.000 que han quedado atrapados en Costa Rica en su viaje hasta la frontera estadounidense, ya que no se les permite el ingreso a Nicaragua, y otros 1.300 o 1.500 se han quedado en Panamá y no pueden entrar a Costa Rica.

   Estados Unidos ha instado a los gobiernos centroamericanos a resolver dicha crisis y ha dicho que de momento no tiene planes para intervenir o cambiar sus políticas migratorias, que otorgan a los cubanos un tratamiento especial que les da la bienvenida en Estados Unidos y les ofrece la residencia con relativa facilidad.

   Se trata de una ley de la era de la Guerra Fría, conocida como la Ley del Ajuste Cubano, y una política de 1995 que permiten a los cubanos que llegan a territorio estadounidense entrar sin visado. Solo aquellos que son interceptados en el mar deben regresar a Cuba.

   GUANTÁNAMO

   Otro de los asuntos que quedan por resolver es el cierre de la prisión de Guantánamo, una de las promesas estrella de la campaña electoral de Barack Obama, quien el pasado mes de noviembre tuvo que sancionar la Ley de Defensa, que contiene previsiones que hacen muy difícil cerrar la prisión militar estadounidense en territorio cubano.

   Más recientemente, la Casa Blanca rechazó el plan del Departamento de Defensa para cerrar la base naval de la bahía de Guantánamo, argumentando que el coste del plan presentado es demasiado elevado.

   El plan presentado por el Pentágono incluía el cierre de la prisión y la construcción de un centro alternativo en territorio estadounidense, cuyos costes superarían los 600 millones de dólares (unos 565 millones de euros). La Casa Blanca ha reclamado que sea revisado.