Actualizado 12/07/2009 17:22

Arabes israelíes impulsan la débil economía palestina

Por Mohammad Assadi y Ivan Karakashian

JENIN, Cisjordania (Reuters/EP) - Los árabes israelíes que tuvieron por mucho tiempo prohibida la entrada a Cisjordania se han congregado en sus ciudades las últimas semanas para comprar desde productos alimenticios a maquillaje, aprovechando los precios bajos y fortaleciendo la economía palestina.

Bajo la presión estadounidense por aliviar las penurias de los palestinos, Israel retiró recientemente varios puestos de control claves en Cisjordania, incluyendo uno en la entrada a la ciudad de Jericó.

Desde mayo, Israel también permitió a su población árabe visitar la ciudad de Naplusa en Cisjordania, si bien restringe el ingreso a autos particulares los sábados, cuando un promedio de 3.000 compradores llegan, según el Foro de Comerciantes locales.

Cientos de puestos de control israelíes permanecen en su lugar limitando el movimiento y la actividad comercial de los palestinos, pero el alivio de las restricciones está resultando ser de gran ayuda para la economía palestina.

"No hay duda que el retorno de los árabes ha contribuido a la actividad comercial en Jenin", dijo Nasser Atyani, quien dirige la cámara de comercio en la ciudad de Jenin en Cisjordania.

"Muchos sectores en la ciudad se están beneficiando. Los restaurantes están llenos", añadió Atyani.

Un sábado reciente, unos 500 compradores árabes israelíes tomaron autobuses desde distintos puntos de Israel para pasar el día en los mercados de Jenin, llenando sus carritos con todo, desde juguetes hasta frutas y verduras, atraídos por los precios más bajos al otro lado de la Línea Verde.

Trazada por un cese del fuego en 1949, la Línea Verde divide Israel de Cisjordania. Los palestinos que permanecieron en Israel después del armisticio recibieron la ciudadanía israelí y tienen estándares de vida más altos que quienes viven en Cisjordania, donde los impuestos y precios son más bajos.

"Traje 500 shekels (126 dólares) conmigo y lo gasté todo. Los precios aquí son más bajos", dijo Rasha Oweida. Dado el éxito de su primera visita, Oweida planea volver.

MEDIDAS DE SEGURIDAD REDUCIDAS

Antes de la primera intifada palestina a finales de la década de 1980, los árabes israelíes constituían el 80 por ciento de los clientes de Jenín, dijo Atyani.

Pero los comercios que se beneficiaron con los clientes árabes israelíes salieron perdiendo cuando las restricciones les impidieron el ingreso al lugar.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo estar comprometido a implementar políticas que fomenten la economía palestina en Cisjordania, gobernado por la facción palestina Fatah, que ha firmado un acuerdo de paz con Israel.

Israel y muchos países occidentales han buscado apoyar a Fatah en detrimento del grupo islamista rival Hamas desde que este tomó el poder de la Franja de Gaza a mediados del 2007.

Si bien un bloqueo israelí sobre Gaza restringe las importaciones a ese territorio, las medidas de seguridad más laxas en el sur de Naplusa desde mediados de junio redujeron los tiempos de espera, alentando a los visitantes árabes, dijo Tayel al-Huwari, del Foro de Comerciantes locales.

"Los sábados específicamente, más de 50 por ciento de lo facturado por los comerciantes en Naplusa proviene de árabes israelíes. El comercio es notablemente mayor", dijo Huwari.

Las autoridades israelíes están considerando permitir a los árabes israelíes el ingreso a la ciudad en autos particulares toda la semana bajo el argumento de que la prosperidad podría también fomentar la paz, agregó.

"Esto mejoraría la economía en Naplusa y generaría calma política. Cuando se revitalice la economía todo el mundo se preocupará por la economía", dijo Huwari.

El sitio de noticias locales Ekhbaryat Network dijo que unos 100 comercios y negocios habían vuelto a abrir desde que Israel comenzó a aliviar las restricciones.

COMERCIO SE RESIENTE EN JERUSALEN

Pero los árabes israelíes atraídos por los precios más bajos en Cisjordania están ignorando mayormente a los comercios árabes del este de Jerusalén.

Israel capturó el este de Jerusalén en la guerra de Oriente Medio en 1967 y considera a toda la ciudad como su capital "unida y eterna", una afirmación no reconocida internacionalmente. Los árabes componen aproximadamente un 34 por ciento de los 750.000 residentes de Jerusalén.

Las autoridades israelíes cobran los mismos impuestos a los comercios judíos y árabes pero éstos últimos dicen que las tasas son más elevadas de lo que sus comercios pueden soportar y los hace incapaces de competir con los precios de Cisjordania.

Algunos creen que el objetivo de Israel es llevar el comercio del este de Jerusalén a Cisjordania, para que los palestinos dejen la ciudad.

"El negocio anda tan mal que se dan situaciones en las que hay personas preparadas a venderle sus propiedades a gran escala a quienes estén dispuestos a pagar", dijo un funcionario de alto rango que trabajaba para una organización económica internacional.

"Hay una demanda enorme del lado judío para comprar tierras en la parte árabe de la ciudad antigua", añadió el hombre.

Los palestinos que venden propiedades a israelíes son considerados traidores y son blancos de amenazas de muerte.

Pero los colonos judíos sortean este riesgo ofreciendo adquisiciones secretas a los propietarios de comercios de la Ciudad Antigua y promesas de posponer el traspaso durante años.