Touriño espera que el Gobierno de Kirchner encuentre un "camino de diálogo" con Uruguay que permita el acuerdo sobre la celulosa
BUENOS AIRES, 14 Mar. (de la enviada especial de Europa Press, E.
Martínez Millán) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Jorge Enrique Taiana, aseguró hoy que el Gobierno de Néstor Kirchner "no tiene una negativa" a la construcción de dos factorías pasteras en el río Uruguay en su desembocadura en el río de la Plata --una de ellas de la empresa española ENCE-- y aclaró que lo que rechaza es "una construcción que pueda afectar a la calidad de las aguas".
En rueda de prensa en la que acompañó al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, tras su encuentro con el jefe del Ejecutivo, Taiana aseguró que las últimas declaraciones del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, --en las que advertía de que no promovería la paralización de las obras mientras el Gabinete argentino no impida a los ecologistas el bloqueo de tres de los cuatro puentes sobre el río-- no entrañan "contradicción" con el acercamiento al que este fin de semana había llegado ambos mandatarios.
El pasado sábado, Kirchner y Vázquez se reunieron en Santiago de Chile con motivo de la toma de posesión de la nueva presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para tratar de reconducir el conflicto que enfrenta a ambos países por la ubicación de las dos fábricas en la región de Fray Bento.
Al respecto, el ministro confirmó que Argentina considera que "no se cumplen los requisitos establecidos" en el tratado sobre el río Uruguay para "la aprobación de una construcción que pueda afectar a la calidad de las aguas". "Ése es el punto", incidió.
Por ello, el titular de Exteriores se remitió a la "clara apelación" de los presidentes argentino y uruguayo el pasado fin de semana y reivindicó que el llamamiento de ambos a las partes implicadas "está vigente". "Yo quisiera que fuera escuchado por las personas a las que va dirigido, tanto empresas como ambientalistas", declaró Taiana, quien sentenció que, "por ahora, nada más".
TOURIÑO
Por su parte, el presidente de la Xunta informó de que en la reunión con Kirchner no había abordado esta cuestión, si bien sí lo hizo con el ministro, a quien expresó su "deseo" de que Argentina y Uruguay "encuentren un camino de diálogo con una solución satisfactoria para ambos", que minimice el impacto ambiental y "amplifique el desarrollo de cualquier opción".
"Pero a partir de ahí, esta posición es algo que corresponde a la lógica de Argentina", aclaró Touriño, quien durante su visita de cuatro días a la república austral reiteró un llamamiento a la calma acerca del impacto ambiental que la factoría pastera supondría para el ecosistema.
Así, tanto en intervenciones ante los medios de comunicación como en entrevistas en distintos diarios argentinos de tirada nacional, el titular autonómico explicó que los perjuicios que la fábrica de Lourizán provocó en la ría de Pontevedra se debieron a una tecnología "pretérita", propia de los años 60, frente a la "alta tecnología" que la empresa emplea actualmente.