Actualizado 17/02/2010 05:02

Argentina.- Argentina se atribuye el control sobre las aguas de las Malvinas por decreto y critica a Reino Unido


BUENOS AIRES, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, firmó este martes un decreto que obligará a solicitar un permiso especial a todos los buques que pretendan transitar en las aguas que separan a la argentina continental de las Malvinas y criticó a Reino Unido por pretender realizar prospecciones petrolíferas en las proximidades de estas islas, por las que ambas naciones mantienen un contencioso territorial ante la ONU.

"Hay numerosas resoluciones de Naciones Unidas en las cuales se pide a ambos países a que reanuden las conversaciones para llegar a un acuerdo de soberanía y que ninguna de las partes tome acciones unilaterales en la zona", señaló Fernández en declaraciones recogidas por la agencia Telam.

"Estas resoluciones fueron desoídas sistemáticamente por Reino Unido, que se niega a sentarse a discutir como ordena Naciones Unidas", agregó la presidenta argentina para justificar el documento aprobado horas antes.

El decreto presidencial establece que "todo buque o artefacto naval" que quiera transitar "entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y puertos ubicados en las islas Malvinas y las islas Sandwich del Sur" deberá solicitar una autorización previa al Gobierno de Argentina, informó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

También deberán solicitar autorización aquellos barcos que deseen "atravesar aguas argentinas" hacia las Malvinas y las Sandwich "o cargar mercadería entre estos puertos".

La normativa internacional, indicó el jefe de Gabinete argentino, "nos obliga a tomar este tipo de decisiones en defensa de los intereses de los argentinos" para garantizar la "defensa de la soberanía" y de los "recursos que pudieran existir" en las Malvinas.

Además, Aníbal Fernández añadió que la presidenta argentina ha establecido la creación de una comisión que estará integrada por varios ministros y que tendrá la tarea de velar por el cumplimiento del documento. Una medida que, según el diario 'Clarín', ha provocado una enérgica respuesta diplomática de Reino Unido.