BUENOS AIRES, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El represor de la dictadura Alfredo Astiz negó hoy ante un juez las imputaciones que se le hacen en relación a los asesinatos en "vuelos de la muerte" de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Dumond, entre otras víctimas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
El destituido capitán de fragata de la Armada, de 56 años de edad y conocido como 'Angel Rubio', prestó está mañana declaración durante casi tres horas ante el juez federal Sergio Torres, en las cuáles "compulsó la causa" junto a su abogado defensor, Juan Aberg Cobo, y luego "ofreció medidas de prueba".
La audiencia finalizó minutos antes del mediodía (las cuatro de la tarde en España) y Astiz fue trasladado nuevamente a la base naval de la localidad bonaerense de Zárate, donde cumple prisión preventiva. Es la primera vez que declara ya que se había negado a hablar sobre los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
Según los abogados de la acusación, el represor entró a la sala "agobiado" muy diferente a la actitud "desafiante y soberbia" que había mostrado en otras audiencias. "Indudablemente hay un cambio en la estrategia de la defensa. Ahora elaboraron un discurso con un fuerte contenido político", explicó uno de los letrados.
En la causa, reabierta tras la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, se investiga la desaparición de las religiosas y de otras diez víctimas que frecuentaban la iglesia de la Santa Cruz, entre ellas la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrini de Careaga y María Eugenia de Bianco.