ASUNCION, 20 May. (EP/AP) -
Las autoridades argentinas detuvieron y expulsaron al ex policía paraguayo José González, considerado como el jefe de la banda que secuestró el pasado mes de abril al empresario japonés Hirokazu Ota, según informó este sábado el comisario Antonio Gamarra.
"González fue detenido el viernes último en la ciudad de Dorados, en la provincia argentina de Misiones; fue expulsado y transportado en helicóptero por nuestros agentes hasta Ciudad del Este (a 320 kilómetros de Asunción, en la frontera con la localidad brasileña Foz de Yguazú) para ser indagado por los ocho secuestros realizados sólo en este año", explicó Gamarra.
El jefe policial, encargado de la persecución de los malvivientes, agregó que González cooperó brindando algunos datos, "con lo que se confirma que es el jefe de los delincuentes".
"El sábado allanamos una vivienda en puerto Presidente Franco (a tan sólo 15 kilómetros de Ciudad del Este) en donde detuvimos a tres individuos componentes de la organización, pero la sorpresa fue encontrar a una niña de tan sólo 9 años, de nacionalidad brasileña, secuestrada desde el martes pasado", dijo.
La niña, hija de un importador de electrónicos de Foz de Yguazú, Pedro Grassi, relató a los periodistas que fue secuestrada el martes y trasladada a Presidente Franco: "Yo misma escribí cartas a mi padre, obligada, pidiendo al principio 5.000.000 dólares como rescate; luego bajó a 1.000.000 dólares pero finalmente el acuerdo quedó en 500.000 dólares", dijo.
Gamarra señaló que "felizmente nuestra intervención no arrojó víctimas fatales. En la vivienda encontramos numerosos teléfonos celulares, revólveres, pistolas, fusiles y ametralladoras con sus correspondientes cajas de proyectiles".
El fiscal anti secuestro Rogelio Ortúzar opina que "González es uno de los dos jefes de la banda; el otro, a quien ya lo tenemos acorralado en algún lugar que no podemos difundir, es de nacionalidad brasileña".
El japonés Ota y su secretaria Sawako Takayama de Yamaguchi, después de estar 20 días en cautiverio, fueron liberados tras el pago de un rescate de 138.000 dólares; actualmente se encuentran en Tokio.