Actualizado 10/04/2006 19:39

Argentina/Bolivia.- Morales envía una delegación para conocer la situación de los bolivianos indocumentados en Argentina


BUENOS AIRES, 10 Abr. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

Una delegación del Gobierno boliviano, enviada por el presidente Evo Morales, viajó a Buenos Aires para interesarse por la situación de sus compatriotas en Argentina, después de que seis trabajadores indocumentados bolivianos, dos de ellos menores de edad, murieran en el incendio declarado en un taller textil clandestino.

La delegación, que llegó durante el fin de semana, está compuesta por el viceministro de Coordinación Gubernamental, Héctor Arce Zaconada; el viceministro de Trabajo, Miguel Angel Albarracín; el presidente de la comisión de Política Internacional de la Cámara de Diputados, Michiaki Nagatani; el titular del comité de Salud de ese cuerpo legislativo, Santos Tito; y el director nacional de Registro Civil, Javier Hinojosa.

Los funcionarios bolivianos se reunieron en la sede el Ministerio de Asuntos Exteriores con los ministros del gobierno de la ciudad de la Producción, Enrique Rodríguez; de Gobierno, Diego Gorgal, y de Derechos Humanos, Gabriela Cerruti. Más tarde podrían reunirse con el jefe de Gobierno argentino, Jorge Telerman.

Durante los encuentros se analizan las denuncias por el trabajo "en condiciones de esclavos que realizan en talleres clandestinos", la situación de los "indocumentados bolivianos" en Argentina y la investigación por el incendio del taller textil de Caballito.

Tras el incendio en el taller donde murieron seis personas, el Gobierno de la ciudad realizó inspecciones y clausuro más de 50 talleres en la ciudad de Buenos Aires, en los que había trabajadores indocumentados, muchos de ellos de nacionalidad boliviana.

Los funcionarios bolivianos presentarán a las autoridades argentinas "petitorio emitido por la comunidad boliviana en Buenos Aires de una urgente investigación del incendio del taller textil de Caballito". En el taller incendiado trabajan unas 60 personas, que además vivían allí junto a sus familias.