BUENOS AIRES, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, ha tildado este jueves de "operaciones mediáticas", "vergonzosas" y "lamentables" las denuncias que le vinculan a un caso de tráfico de influencias, según ha informado el diario argentino 'Clarín'.
"Es una vergüenza y es lamentable que en un día como hoy, después de un fenómeno climatológico (por la tormenta que dejó catorce muertos) tengamos que estar ocupándonos de operaciones mediáticas", ha dicho Boudou.
"No se está discutiendo el fondo de la cuestión, esta es una novela mediática de la mafia de Magnetto y de Rafecas", ha apuntado el vicepresidente en referencia al director del Grupo Clarín y al juez que investiga el caso Ciccone.
En la jornada del miércoles la Policía de Argentina inspeccionó una vivienda de Boudou a petición del fiscal Carlos Rívolo, quien pidió que las fuerzas de seguridad entren en el apartamento para buscar pruebas en el marco de la causa en la que se investiga a Boudou por tráfico de influencias.
La vivienda fue alquilada por Boudou a Fabián Carosso Donatiello, socio de Alejandro Paul Vandenbroele, titular de la ex Ciccone Calcográfica, hoy Compañía de Valores Sudamericana SA (CVS). La causa se inició cuando la ex mujer de Vandenbroele, Laura Muñoz Tokatlian, acusó a su ex marido de ser testaferro de Boudou.
En consecuencia, la justicia inició una investigación para dilucida si existieron "negociaciones incompatibles con la función pública" por parte de Boudou, que entonces era ministro de Economía, durante el levantamiento de la quiebra y la posterior venta de Ciccone Calcográfica.
Boudou ha negado su relación con dichas acusaciones. Por contra, el director de la Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina (AFIP), Ricardo Echagaray, acusó a Boudou de estar involucrado al afirmar que su organización y el Ministerio de Economía decidieron el plan de facilidades de pago del que se benefició la empresa, que quedó la mando de Vandenbroele tras levantarse la quiebra.