BUENOS AIRES, 24 Abr. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
Las relaciones entre la Iglesia Argentina y el gobierno del presidente Néstor Kirchner sumaron un nuevo capítulo de tensión tras el cruce de declaraciones entre el primer mandatario y el presidente del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio.
Al hablar durante la misa del plenario de obispos en la noche del miércoles, Bergoglio dijo que "la Iglesia fue, es y será perseguida", aunque la máxima autoridad de la Iglesia local no se refirió en ningún momento en forma explícita al gobierno argentino.
"Los métodos (de la persecución) fueron y son los mismos; la desinformación, la difamación, la calumnia... para convencer, poner en marcha y, como toda obra del demonio, hacer que la persecución crezca, se contagie y se justifique, parezca razonable y no precisamente persecución", dijo Bergoglio.
"El testimonio de la fidelidad (al Evangelio) molesta al mundo, lo enfurece y le rechinan los dientes, mata y destruye", añadió. "La persecución a veces es frontal y directa, otras veces hay que saberla reconocer en medio de las 'envolturas culturosas' con que se presenta en cada época, escondida en la mundana racionalidad de un cierto autodefinido sentido común de normalidad y civilidad", indicó el presidente del Episcopado.
Casi de forma simultánea, al hablar durante un acto en la Casa de Gobierno, Kirchner dijo que "nosotros estamos dispuestos a poner una mejilla, otra mejilla, el corazón, la espalda siempre", al referirse a las campañas políticas.
"Si, a veces, ni quienes predican el Evangelio lo hacen, se imaginan qué difícil es hacerlo para el común de la gente", declaró el mandatario, quien mantiene con Bergoglio una tensa relación, de tal calibre que nunca han sostenido una reunión privada.
Las relaciones entre la Iglesia y el gobierno de Kirchner se mantienen en forma distante desde que el renunciado obispo castrense Antonio Baseotto, mantuvo un conflicto dialéctico con el ministro de Salud, Ginés González García por su campaña de control de la natalidad.
En medios políticos se menciona además que Bergoglio fue el artífice del acuerdo entre la diputada Elisa Carrió, una dura opositora al gobierno, con el actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, para las elecciones locales, que se realizarán el 3 de junio. Kirchner promueve para ese cargo a su actual ministro de Educación, Daniel Filmus.