MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, dio hoy luz verde la entrega en extradición a las autoridades argentinas del piloto Julio Alberto Poch, detenido el pasado 22 de septiembre en Valencia, para que sea juzgado por su presunta participación en los denominados 'vuelos de la muerte' que se cometieron en el país sudamericano durante la dictadura militar.
La Audiencia Nacional dictó un auto el pasado 15 de enero de 2010 en el que consideraba procedente la extradición, siempre que se recabaran las correspondientes garantías en relación con la imposición de la cadena perpetua. Recabadas estas garantías por el Ministerio de Justicia, y consideradas suficientes por la Audiencia, el Gobierno ha aprobado la extradición.
La entrega de Poch permitirá a Argentina investigar y juzgar al piloto en cuatro procedimientos judiciales por "detenciones ilegítimas, torturas, lesiones, desapariciones y muertes" que se habrían producido en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) entre 1976 y 1983.
600 DELITOS CONTRA LA HUMANIDAD
La resolución de la Audiencia Nacional detallaba que el detenido está acusado de "600 hechos concretos" que podrían enmarcarse en delitos de lesa humanidad con la "suficiente gravedad" como para aprobar su extradición, incluso en el caso de que tuviera nacionalidad española.
Poch, que en la actualidad cuenta con la nacionalidad holandesa y trabaja como piloto en la aerolínea holandesa Transavia, fue detenido el 22 de septiembre pasado en el aeropuerto de Manises (Valencia) por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, durante una escala entre Valencia y Amsterdam, en su último vuelo antes de jubilarse.
El día 7 de octubre se recibió por vía diplomática la solicitud de extradición cursada por la Embajada de Argentina, al estar Julio Alberto Poch reclamado por la Justicia de este país en relación con cuatro procesos penales.
Las autoridades argentinas ya habían solicitado a Holanda, a finales de 2008, la extradición de Poch, tras recoger en ese país testimonios que involucraban al ex militar en los vuelos de la muerte y en las operaciones de la ESMA, centro clandestino de detención y torturas durante la última dictadura argentina, encabezada por el general Videla.
Entre esos testimonios se encuentran las declaraciones de otro piloto de la compañía Transavia, que afirma que, durante una comida en Bali (Indonesia) el mismo Poch presumió de haber participado en las desapariciones y le contó cómo se arrojaba a los opositores al régimen argentino desde los aviones, justificando ese método de exterminio.
Poch aceptó su extradición, aunque se proclamó "un detenido político que ha sido acusado falsamente". El pilto declaró ante el juez Eloy Velasco que sus compañeros le "malinterpretaron" cuando supuestamente alardeó de haber participado en ese tipo de misiones.