Actualizado 01/08/2009 00:29

Argentina evalúa crear nuevo banco de desarrollo

Por Dana Ford

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El nuevo ministro de Economía de Argentina está impulsando la creación de un banco de desarrollo con recursos de los estatizados fondos de pensión, pero los críticos temen que la entidad tenga fines políticos y ponga en peligro los ahorros públicos.

La presidenta Cristina Fernández traspasó al Estado el año pasado los más de 27.000 millones de dólares acumulados en los fondos privados de pensión, y el Gobierno dijo que esos fondos deben ayudar a estimular la economía en momentos en que problemas domésticos y la crisis internacional golpean al país.

Los detalles del plan oficial son aún escasos, pero algunos analistas destacaron que el Gobierno podría utilizar un banco de desarrollo para avanzar con su agenda política.

"En este momento, estamos con un Gobierno que cree en aumentar el tamaño del Estado y que compita en distintas ramas de la economía. Por eso quiere un banco de desarrollo, para competir con los bancos", dijo Francisco Prack, economista jefe de la consultora Grupo SBS en Buenos Aires.

Prack advirtió que las decisiones de préstamos de ese banco serían "100 por ciento" políticas.

Si la política de préstamos se rige por favores y no por la evaluación de los proyectos, el banco de desarrollo podría sufrir pérdidas por sus malas inversiones.

Malos resultados tendrían un impacto negativo sobre los fondos que controla el ente estatal de pensiones, en momentos en que la recaudación crece a menor ritmo y el país requiere recursos para enfrentar los 20.000 millones de dólares de vencimientos de deuda hasta finales del 2010.

"Lo que hemos visto es que la mayoría de estos bancos de desarrollo tiende a basarse en criterios políticos", dijo Erich Arispe, un director de la calificadora de riesgo Fitch Ratings en Nueva York.

Agregó que resultaba prematuro hablar sobre las implicaciones de un banco de desarrollo en Argentina, ya que muchos de los ambiciosos proyectos anunciados por el Gobierno a veces no llegan a transformarse en realidad ante la creciente debilidad fiscal del país.

La economía argentina pisó el freno este año luego de seis años de fuerte expansión, y el Gobierno ha estado captando fondos del ente de pensiones para hacer frente a los pagos de la deuda y para financiar los planes de estímulo.

El capital disponible del ANSES (ente de pensiones) también se va reduciendo, ya que buena parte se encuentra invertido en acciones y bonos, y el aumento del flujo mensual se modera por la menor expansión de la economía y el empleo.

"Es difícil imaginar que una institución estatal sea más eficiente para distribuir los fondos del ANSES que el propio mercado", dijo Arispe.

CREDITO

El ministro de Economía, Amado Boudou, quien asumió a comienzos de mes, se reunió recientemente con la poderosa Unión Industrial Argentina (UIA), y le aseguró que el banco de desarrollo estará funcionando a finales de este año.

Los industriales aplaudieron la idea de un nuevo banco estatal, que aseguran podrá ayudar a bajar las elevadas tasas de interés y otorgar recursos a mayor plazo de devolución que los vigentes en el mercado.

Argentina ya cuenta con un banco de desarrollo, el BICE, que ofrece préstamos de mediano y largo plazo a compañías que se focalicen en las exportaciones. El Gobierno se debate entre hacer crecer al BICE o crear una nueva entidad.

"En el país hay un montón de bancos -tanto estatales como privados-, pero ningún banco se especializa en créditos industriales", dijo Juan Carlos Sacco, un líder de la UIA.

La estrechez de crédito se sustenta en una fuga de capitales, que reduce la inversión y quita liquidez del mercado local.

Se estima que unos 43.000 millones de dólares se fugaron del sistema financiero del país desde el tercer trimestre del 2007, a medida que una creciente inestabilidad política llevó a los argentinos a guardar su dinero en bancos extranjeros o en cajas de seguridad.

"El crédito que tiene Argentina no es accesible y es caro a nivel industrial", dijo Sacco.

BRASIL

Quienes apoyan la creación del banco, incluido el Gobierno, destacan la experiencia del BNDES, el banco estatal de desarrollo de Brasil.

Ante la ausencia de préstamos privados de largo plazo en Brasil, al BNDES se le asigna un rol vital para ayudar al crecimiento del gigante sudamericano y moderar el impacto de la crisis global.

Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs en Nueva York, dijo que otorga a Argentina el beneficio de la duda, pero que seguirá el tema con atención para ver hacia dónde apunta el Gobierno.

Entre las primeras señales para develar las intenciones oficiales estarían a quién se designa como presidente del banco, el programa de la entidad y qué tipo de controles se aplican.

"Aún hay mucha incertidumbre. Puede ser bueno o puede ser malo, dependiendo de cómo evoluciona el manejo del banco. Mi temor es que quieran usar esta institución para incrementar la presencia del Gobierno en la economía, más que crear un banco que responda a las mecanismos de mercado", dijo Ramos.

(Traducido por Lucas Bergman, editado por Luis Azuaje)