BUENOS AIRES, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El nuevo diagnostico que descarta que la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, padezca un cáncer de tiroides ha levantado una ola de polémicas y especulaciones que apuntan a que se trataba de una estrategia política, mientras desde el Gobierno insisten en que la presidenta había ordenado "contar todo" lo concerniente a su estado de salud.
Fernández de Kirchner, de 58 años, fue ingresada el pasado miércoles en un prestigioso hospital de la provincia de Buenos Aires, donde se sometió a una tiroidectomía total por un carcinoma detectado en el lóbulo derecho de su tiroides.
Las biopsias realizadas después de la intervención quirúrgica constataron que la glándula tiroidea presentaba solamente "adenomas foliculares" y descarta la presencia de células cancerígenas, tal y como se había anunciado en el diagnóstico inicial, lo que confirma que la mandataria no requerirá un tratamiento adicional.
Algunos medios argentinos han lanzado duras críticas a la postura asumida por el Gobierno que, en un comienzo, había dado por sentado que Cristina Fernández padecía un cáncer.
El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, ha salido este lunes al paso a todas estas críticas y ha asegurado que la propia Fernández de Kirchner ordenó a sus colaboradores "contar todo" lo concerniente a su estado de salud.
"Cuando se dio toda la información, y cuando felizmente no tenía lo que se le había diagnosticado, se rebelan contra la realidad, y como la realidad no está de acuerdo a sus intereses económicos y políticos, intentan tergiversarla", ha denunciado Parrilli en declaraciones a la emisora local Radio Del Plata.
Parrilli ha explicado que las pruebas realizadas a la mandataria argentina siguieron los protocolos para cada caso y que "absolutamente todo fue informado de acuerdo a lo que ocurrió", incluyendo los resultados de los últimos análisis que descartaron el cáncer.
Los medios locales se han dedicado este lunes a consultar expertos en el tema para conocer opiniones y obtener una conclusión no oficial que explique cómo en un primer momento se habló de cáncer y, tras la operación, el asunto quedó plenamente descartado.
"Es un hecho médico que se da en el dos por ciento de los casos, ella es el cien por cien de ese dos por ciento y eso nos tiene que alegrar", ha reiterado por su parte el secretario general de la Presidencia.
Según Parrilli, tras conocer el último informe médico a algunas cadenas y diarios argentinos, especialmente los vinculados al Grupo Clarín --que mantiene fuertes confrontaciones con el 'kirchnerismo'-- "sólo les falto decir: '¡Qué lástima que no tiene cáncer!'".
El anuncio de su enfermedad fue noticia en la prensa extranjera y causó un gran revuelo tras convertirse supuestamente en la quinta líder latinoamericana en padecer cáncer en un período de apenas dos años.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, hasta llegó a sugerir que Estados Unidos estaba detrás de la enfermedad de todos estos líderes de izquierda sudamericanos, hipótesis que fue inmediatamente rechazada por Washington.