Actualizado 23/10/2011 10:46

Argentina.- Fernández se prepara para conseguir la victoria directa en las elecciones presidenciales de este domingo


MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Cristina Fernández tiene prácticamente garantizada la reválida de su cargo al frente del país en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina, en las que la viuda del fallecido dirigente Nestor Kirchner podría obtener una mayoría sin precedentes en la historia reciente del país frente a una oposición completamente fragmentada a merced del desarrollo económico --y el espectacular descenso de la tasa de desempleo-- registrado en Argentina bajo el mandato de la presidenta.

Con un 53,2 por ciento de los votos, la presidenta obtendría una aplastante victoria con más de 40 puntos de ventaja sobre su rival inmediato, el gobernador de la provincia de Santa Fe, Hermes Binner, según el sondeo de la consultora Management & Fit publicado este domingo.

Para hacerse con la victoria directa en primera vuelta, Fernández necesitaba un 45 por ciento de los votos o, en su defecto, obtener un 40 por ciento con un mínimo de diez puntos de ventaja sobre su rival más inmediato. Esta última parece la opción más factible: Binner conseguiría el 12,4 por ciento de los sufragios según Management & Fit, mejorando en cerca de 2 puntos porcentuales su actuación de las primarias, en las que había terminado en el cuarto puesto.

Binner, una figura emergente que podría convertirse en el líder de la inconexa oposición argentina según analistas, relegó al legislador Ricardo Alfonsín, que obtendría el 7,8 por ciento de los votos de acuerdo a Management & Fit.

Alfonsín, candidato presidencial por la centrista Unión Cívica Radical, había logrado un segundo puesto en las primarias de agosto, con poco más del 12 por ciento, junto al ex presidente Eduardo Duhalde.

ELECCIONES LEGISLATIVAS PARCIALES

Junto a la elección presidencial se celebran también comicios para elegir a 24 senadores y 130 diputados nacionales. Se espera una ardua lucha en Buenos Aires tras el triunfo de Mauricio Macri, de Propuesta Republicana (PRO).

Propuesta Republicana no cuenta con candidato presidencial y centrará su campaña en los escaños bonaerenses y en la cantidad de escaños que consiga en el Congreso, donde Fernández aspira a recuperar el control que el PRO le arrebató en 2009.

FIN DE CAMPAÑA

El país se encuentra desde hoy en período de reflexión. Desde las ocho de la mañana, hora local, se prohíbe cualquier declaración política de candidatos y funcionarios, la difusión de encuestas y sondeos y la celebración de espectáculos masivos.

La veda prohíbe todo tipo de acto proselitista hasta tres horas después del cierre de los comicios y alcanza a todo tipo de declaración de propaganda política de candidatos, funcionarios o comunicadores sociales, como la difusión de encuestas y sondeos preelectorales.

Sin embargo, el director nacional electoral, Alejandro Tullio, aclaró que en las redes sociales no rigen prohibiciones. "Son espacios de libertad y no están alcanzadas por las prohibiciones", sostuvo.

"La transmisión de la opinión individual de un ciudadano en las redes sociales, por más que llegue a muchos, no implica la violación de la veda. Las redes sociales son multidireccionales, son propiedad de todos y de nadie", agregó en declaraciones recogidas por el diario 'La Nación'.

En su discurso de final de campaña, desde las Malvinas, Cristina cerró la campaña con un pedido de "paz y concordia". "Necesitamos paz y concordia para seguir creciendo, para corregir lo que hay que corregir y mejorar lo que hace falta mejorar", aseguró.

"Le pido ayuda a todos los dirigentes con responsabilidades institucionales, porque esto no lo hace una sola persona sentada en la Casa Rosada, lo hace la colaboración de la sociedad, con sus dirigentes sociales, políticos, sindicales y culturales", agregó.

Por su parte, Binner subió al escenario en Rosario para cerrar su campaña con una promesa de reforma. "Tenemos la experiencia, tenemos el programa, tenemos los equipos y sobre todo tenemos entusiasmo para demostrar que otra Argentina es posible", aseguró.

POSIBLES PROBLEMAS ECONÓMICOS A LARGO PLAZO

Los economistas estiman que la elevada inflación --próxima al 25 por ciento-- podría convertirse en un problema económico en los próximos años. Pero los niveles de desempleo se encuentran en su nivel más bajo de las últimas dos décadas, y son pocos los que creen que Kirchner vaya a cambiar su política económica.

"Se tata de uno de los Gobiernos más enemistados con el mercado de toda Sudamérica, por detrás de Venezuela y quizás Ecuador", entiende el economista británico Michael Henderson. La presidenta argentina nacionalizó las compañías de pensiones privadas en 2008, controla el Banco Central y los negocios son sometidos a una política de control de precios, y acuerdos para incrementar sus exportaciones.

Kirchner no tiene intención de cambiar. Sus medidas han gozado de un éxito sin precedentes entre los argentino que sufrieron el cataclismo económico hace ya una década, que culminó en la mayor crisis de deuda soberana de la historia del país.

Además, "parece que Kirchner ha comenzado por fin su propia presidencia", según entiende el analista James Nilson, un año después del fallecimiento de Nestor Kirchner, --que desembocó en una inolvidable ola de afecto popular a Cristina Fernández, convertida en viuda del pueblo argentino-- de quien se decía que gobernaba Argentina entre bambalinas.