Actualizado 09/04/2013 12:26

Argentina.- El Gobierno de Kirchner no se pronuncia sobre Thatcher y excombatientes y opositores recuerdan las Mavinas


BUENOS AIRES, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno argentino ha preferido no pronunciarse hasta el momento sobre la muerte de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, fallecida ayer lunes a los 87 años de edad, pero numerosos dirigentes políticos y antiguos combatientes la han criticado duramente por su implicación en el hundimiento del crucero de guerra 'General Belgrano' durante la guerra de las Malvinas de 1982 y por sus políticas neoliberales, según ha recogido la prensa del país.

A diferencia del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que no ha querido pronunciarse sobre el fallecimiento de Thatcher ni ha emitido ningún comunicado oficial, la prensa sí ha dado una gran cobertura a la noticia y ha recogido las opiniones de numerosos líderes opositores y representantes militares argentinos, que han recordado que la dirigente conservadora fue la responsable de la muerte de 323 militares argentinos a causa del hundimiento del buque 'General Belgrano', ocurrido el 2 de mayo de 1982, un mes después del comienzo de la guerra.

Al respecto, el presidente de la Comisión Nacional de Ex Combatientes argentinos de Malvinas, Ernesto Alonso, ha declarado que Thatcher "no aportó nada a la paz del mundo". "Para nosotros su figura está en el mismo plano que el genocida (expresidente) Leopoldo Fortunato Galtieri: los dos llevaron a nuestros países a una guerra que lo único que nos dejó fueron los cientos de muertos", ha añadido, citado por varios diarios del país.

"El pueblo argentino ya la juzgó. Los jóvenes muertos del Belgrano y en Malvinas bastan como testimonio de su paso por la vida", declaró por su parte la del líder del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Daniel Filmus, ha declarado a 'La Nación' que Thatcher "siempre tomó las decisiones más duras a favor de las intervenciones militares y en contra de la resolución pacífica de los conflictos, como cuando ordenó el hundimiento del 'Belgrano'" y ha recordado que, "junto con el ex presidente norteamericano Ronald Reagan", la fallecida había sido "la abanderada de las políticas neoliberales".

El dirigente radical Dante Caputo, ministro de Exteriores durante la Presidencia de Raúl Alfonsín, ha aafirmado que "para los argentinos, Thatcher está asociada a la cuestión Malvinas", y, a nivel internacional, "está asociada a un momento histórico donde predominó un modelo económico que causó grandes daños a la sociedad".

Asimismo, el presidente del bloque socialista en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Zabala, ha afirmado, citado por el mismo diario, que "las ideas políticas que defendió, el neoliberalismo (...), han fracasado en la búsqueda de una sociedad con más igualdad y solidaridad" y ha denunciado que, "con la dictadura genocida del país, comparte la responsabilidad de la defensa de los intereses coloniales y los muertos por Malvinas".

LAS MALVINAS

Argentina reivindica su soberanía sobre las Islas Malvinas desde 1833, cuando debería haberlas heredado de España, pero Reino Unido se las arrebató y expulsó a la población argentina que residía en las mismas. El 2 de abril de 1982 las Fuerzas Armadas argentinas invadieron el archipiélago para recuperarlo, dando lugar a una guerra de dos meses que se saldó con 650 militares argentinos, 255 británicos y tres malvinenses muertos.

Margaret Thatcher encabezó la respuesta a la invasión de las islas Malvinas en 1982 casi en solitario dentro de su Gobierno. El mes pasado, documentos desclasificados de aquella época indicaban que algunos asesores contemplaron la posibilidad de pagar a los malvinenses para que se marcharan en vez de enviar un contingente militar.

Varios asesores intentaron que el conflicto no tumbase al Gobierno. El secretario de la primera ministra, Michael Scholar, explicó que la jefa de Gobierno estaba barajando todas las posibilidades, pero que mostrarse tibia ante el conflicto "significaría el fin del Ejecutivo". Al final, Thatcher defendió intervenir militarmente en las Malvinas por "la causa de la libertad" y en varias ocasiones llegó a declarar años después que "nunca tuvo la más mínima duda de lo acertado de su decisión".