Actualizado 09/03/2012 21:13

Argentina investiga a su vicepresidente por tráfico de influencias

BUENOS AIRES, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La justicia argentina ha comenzado una investigación contra el vicepresidente de ese país, Amado Boudou, por haber intercedido a favor de una empresa privada para evitar su bancarrota mediante una moratoria de pagos, ha revelado el diario 'Clarín', uno de los rotativos que ha destapado el escándalo.

   El fiscal federal Carlos Rívolo ha sido designado para encabezar las investigaciones sobre el bautizado 'caso Ciccone' en base a los documentos que el jueves publicó 'Clarín' y en los que supuestamente se demuestra que Boudou, cuando era ministro de Economía, ayudó a la empresa Ciccone Calcográfica, encargada de imprimir billetes y documentos.

   Según denuncia 'Clarín' y 'La Nación', el ahora vicepresidente logró en noviembre de 2010 que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) obtuviera una moratoria con una tasa de interés y plazos de pago excepcionales, evitando así la bancarrota.

   El entonces ministro de Economía planteó al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, que "permitir la continuación de la empresa concursada" correspondía con los "lineamientos políticos generales de este Gobierno, dadas las fuentes generadas por la empresa y su importancia estratégica".

   Boudou es uno de los funcionarios clave de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y a quien dejó frente al poder cuando tuvo que ausentarse en enero uno 20 días del gobierno para ser sometida a una operación por un supuesto cáncer que le habían detectado.

   En declaraciones ofrecidas esta semana, el vicepresidente ha asegurado que no tuvo "ninguna participación directa" con el resurgimiento de Ciccone Calcográfica, aunque admitió que uno de los documentos publicados 'Clarín' es "una nota", mezclada "entre miles de hojas".

   El pasado enero, la Casa de la Moneda informó al Banco Central de Argentina que tenía intenciones de contratar a Ciccone Calcográfica para que se encarga de la impresión de billetes de cien pesos, un negocio que muchos han calificado de millonario, aunque todavía se desconoce el monto exacto del contrato.