BUENOS AIRES, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha aceptado este jueves la renuncia del juez 'kirchnerista' Norberto Oyarbide para "tranquilidad de todos", a pesar de que ello impedirá que sea sometido a un juicio político.
"Hoy le acepté la renuncia a Norberto Oyarbide como juez federal", ha anunciado el líder conservador en un comunicado difundido a través de las redes sociales, si bien ha confesado que ha tomado esta decisión "con doble sensación".
"Por un lado, tengo el alivio porque damos un paso para mejorar la justicia de nuestro país", ha afirmado, considerando que "saber que este señor no va a fallar más debe dar una gran tranquilidad a todos" los argentinos.
"Por otro, comparto las ganas de muchos de que pase por el juicio político que venimos reclamando hace tiempo", pero "el problema es que es un proceso largo y de resultado incierto" que debe desarrollarse "mientras conserva sus fueros", ha señalado.
Macri ha explicado que por eso ha aceptado la dimisión de Oyarbide, a pesar de que, según ha reconocido, para él es "especialmente difícil" porque sufrió "en carne propia" la "discrecionalidad y arbitrariedad" del juez federal.
"Pero lo hago con la tranquilidad de saber que estamos dando un paso en la dirección correcta. Un paso más hacia un país con una justicia verdaderamente independiente", ha esgrimido.
Oyarbide ofreció su renuncia al ministro de Justicia, Germán Garavano, el pasado 7 de abril, el mismo día que el Consejo de la Magistratura analizó la posibilidad de iniciar un juicio político en su contra por las irregularidades cometidas durante sus 21 años de carrera judicial.
Garavano había recomendado "enfáticamente" a Macri que aceptara la dimisión de Oyarbide argumentando que el juicio político podría demorarse "meses" y no se sabe "cómo termina". "El presidente no quiere que esté un día más como juez, ya hizo bastante daño", han dicho fuentes del Gobierno a 'Clarín'.