BUENOS AIRES, 19 Ago. (EP/AP) -
El ex presidente argentino Fernando de la Rúa aseguró hoy que el sábado que el escándalo por el pago de sobornos en el Senado durante su Gobierno es parte de una "operación política montada en su contra".
"Esto no tiene ninguna seriedad. Hay que seguir adelante con la defensa de la verdad. Es una nueva invención que se agrega a la gran operación política en mi contra que denuncio en mi reciente libro", declaró De la Rúa, presidente de Argentina entre 1999 y 2001, a las dos emisoras locales Rivadavia y América.
El tema está siendo investigado por la justicia, que podría dictar el procesamiento del ex presidente, como ya lo hizo con varios ex senadores y funcionarios. El caso se relaciona con denuncias de que en el año 2000 el Gobierno de De la Rúa utilizó millones de dólares de los fondos secretos del servicio de inteligencia estatal para sobornar a legisladores a fin de que aprobaran una polémica ley laboral.
Sin embargo, la situación de De la Rúa parece complicarse después de que hace dos días la secretaria de un ex senador se presentara ante el juez federal Daniel Rafecas, para confirmar y ampliar previas denuncias de otro "arrepentido" sobre esos sobornos y aseguró que el ex mandatario tuvo pleno conocimiento de estos actos delictivos.
El ex gobernante, que cumplirá 69 años en septiembre, se vio forzado a renunciar en diciembre de 2001, en la mitad de su período de cuatro años, acosado por una galopante crisis económica y social, la peor sufrida por la Argentina contemporánea.
Pero su Gobierno ya había entrado en un claro deterioro apenas diez meses después de asumir el poder, cuando su vicepresidente Carlos Alvarez renunció en octubre de 2000 y acusó a De la Rúa de entorpecer una investigación sobre el pago de sobornos en el Senado y de encubrir a sus presuntos responsables.
La secretaria, Sandra Montero, estrecha colaboradora del ex senador peronista Romo Costanzo, pidió incorporarse al régimen de "testigo protegido" del poder judicial y el jueves declaró que en 2000 vio en el despacho de su jefe un maletín que contenía unos 300.000 dólares. Dijo que el legislador le confirmó que era parte del soborno pagado para que votara favorablemente la ley laboral y que se quejó por haber recibido solamente la mitad de la suma que le habían prometido.
Las declaraciones de Montero parecieron confirmar las denuncias que hizo hace tres años el ex secretario del Senado, Mario Pontaquarto, quien confesó haber distribuido entre varios legisladores una suma varias veces millonaria en dólares para el pago de los sobornos se hicieron en el despacho del propio mandatario.
Rafecas ya procesó por el delito de 'cohecho pasivo' (haber cobrado sobornos) a los ex senadores peronistas Costanzo, Augusto Alasino, Emilio Cantarero, Ricardo Branca y Alberto Tell.
Por 'cohecho activo' (pagar sobornos) están procesados el ex senador radical José Genoud, el ex ministro de trabajo de De la Rúa, Alberto Flamarique y a Fernando de Santibañes, hombre de confianza del ex presidente y el denunciante Pontquarto.