Actualizado 01/07/2008 04:12

Bolivia/Argentina.- Kirchner frena la compra-venta de armas a los empresarios privados argentinos y bolivianos

LA PAZ, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

Ante el temor de que se pudiera contribuir a una escalada de violencia en Bolivia, la mandataria argentina, Cristina Fernández, desactivó días atrás una controvertida operación de compra-venta de armamento entre empresarios privados argentinos y bolivianos que tenía como destino la región boliviana de Tarija.

La decisión fue política y se adoptó hace tres semanas, cuando en el departamento de Tarija, fronterizo con Argentina y Paraguay, se ha vivido una tensión social y política por la realización del referéndum del estatuto autonómico del 22 de junio, que amenaza con resquebrajar el Gobierno del mandatario boliviano, Evo Morales.

La medida fue adoptada por la Cancillería, según informó la Agencia Boliviana de Información, después de que el Registro Nacional de Armas (Renar) recibiera una solicitud de una firma privada para concretar la venta a un grupo privado boliviano.

La decisión de prohibir la operación se adoptó, según fuentes relacionadas con el operativo, por el temor de que las armas que faltaban por enviar terminasen en manos de facciones civiles y, por ende, para no contribuir en una escalada de violencia armada con las fuerzas de seguridad bolivianas.

La Cancillería aconsejó al Renar no autorizar el envío del cargamento bélico por considerar que "el escenario político y social en Tarija es de suma inestabilidad" y en vistas de que el envío que negociaban las firmas era, principalmente, de armamento corto, revólveres y municiones.

"El pedido era para exportar principalmente armas de mano y municiones, algo que resultaba sospechoso en el escenario político de la región", dijo una alta fuente oficial. "Argentina no se puede exponer a la posibilidad de contribuir a un aumento de violencia", agregó.

Durante la misma semana, se tomó una resolución similar por otro pedido de envío de armamento a Costa Rica. La decisión oficial se fundamentó, entre otras cuestiones, en la información hallada en el ordenador del fallecido líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), 'Raúl Reyes', incautado por el Ejército colombiano tras el ataque a un campamento de la guerrilla en Ecuador el pasado 1 de marzo.

APOYO A EVO MORALES

La posición de Argentina ante el escenario político boliviano siempre ha sido la de fomentar la cooperación diplomática para mantener la estabilidad en el país. Al igual que su marido, Néstor Kirchner, la presidenta Cristina Fernández se comprometió con Evo Morales para respaldar su gestión.

La última vez que ambos líderes se vieron cara a cara fue en Perú, en la cumbre de presidentes del Mercosur y la Unión Europea (UE), hace dos meses.

Más allá de la explícita voluntad política de mantener la estabilidad regional, la decisión de haber frenado el envío de armamento responde, también, a una cuestión estratégica y práctica en la relación bilateral; Tarija es el corazón energético boliviano ya que posee el 85 por ciento de las reservas de gas del país del altiplano. Lo que implica que Argentina recibe de Bolivia el grueso del gas que utiliza.

En concreto, Buenos Aires requiere que Bolivia le envíe 7,7 millones de metros cúbicos de gas diarios y Brasil, 30 millones. De hecho, en Tarija operan las principales firmas energéticas de la región, entre ellas destaca la petrolera brasileña Petrobras y la hispano-argentina Repsol YPF.

"En un escenario como ése, cualquier envío de armas de fuego, y más como las que se pretendía comercializar, puede ser perjudicial y nos pondría en una posición diplomática indeseada", dijo una portavoz del Gobierno argentino.