Actualizado 21/01/2011 20:59

Bolivia.- Evo Morales cumple este sábado 5 años al frente de la presidencia

LA PAZ, 21 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente de Bolivia, Evo Morales, inicia este sábado su sexto año de mandato presidencial, con la necesidad de adoptar medidas favorables a las inversiones extranjeras aunque esto podría provocarle dificultades políticas.

La situación política y económica del país dependerá en gran medida de la forma en la que el mandatario continúe su relación con los sindicatos, el pueblo indígena y otras organizaciones sociales, a los que ha prometido consultar medidas económicas después del fracaso sufrido por el aumento en los precios de los combustibles que le han costado duras protestas populares.

Morales proclamó el día de su aniversario presidencial como Día del Estado Plurinacional, en contraste al 6 de agosto, fiesta de la vieja república fundada en 1825.

Según el analista político Romano Paz, "ésta es una consigna política, se trata de reescribir la historia del Estado antes y después de Evo Morales".

El analista y profesor universitario Carlos Cordero considera que la celebración de este "primer año plurinacional" simboliza, además del proceso de cambio para Bolivia, una nueva oportunidad para una segunda reelección de Morales.

"Reforzar la idea de que es el primer año de Gobierno bajo una nueva Constitución es el argumento para ir abriendo la posibilidad para una nueva reelección, esa es la intención política", sostuvo Paz.

"Me imagino que el único freno que tendría (la segunda reelección) es que el electorado dañe su candidatura", dijo el analista Paz, advirtiendo de que, sin rival electoral a la vista, para Morales pueden resultar muy largos los casi cuatro años que faltan para los próximos comicios generales.

PODER Y DESGASTE

Después de cinco años en el poder, y con abrumadora mayoría legislativa desde que inició su segundo mandato en enero de 2010, Morales casi ha logrado acabar con los partidos tradicionales, de centro y de derecha.

Los líderes opositores sufrieron varias derrotas electorales y un acoso judicial por presunta corrupción que los forzó a salir del país, dejando en manos del gobernante partido Movimiento al Socialismo (MAS) no sólo el poder nacional sino también dos tercios de gobernaciones y alcaldías.

En este sentido, los otros excluidos indígenas pasaron a ocupar espacios cada vez más amplios en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Después del alza de los precios de los combustibles, Morales descubrió que los movimientos sociales, su principal sostén político, son el mayor obstáculo para sus declaradas intenciones de apertura a inversiones extranjeras.

De modo que Morales llega al emblemático 22 de enero con poco margen de movimiento entre el discurso socialista que comparte con sus bases indígenas, sindicales y de productores cocaleros y la urgencia de dar incentivos a petroleras y otras empresas para inversiones que podrían resultar vitales.

Según el analista Paz, las medidas económicas del mandatario podrían estar "truncando la posibilidad" de Morales de ser reelegido, incluso "generaría una alternativa política", agregó. Cordero, por su parte, sostiene que el riesgo de desgaste de Morales es resultado de su actitud de confrontación con los opositores.

"Lo que el presidente debería priorizar a partir del 22 de enero es (...) hablar con los distintos sectores y llegar a acuerdos políticos, así los problemas económicos se pueden ir resolviendo", dijo.