Actualizado 06/03/2006 19:49

Bolivia.- El fiscal reconoce que "nadie pudo ver" al español Javier Villanueva colocando la bomba


SEVILLA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El fiscal que ejerce la acusación pública en el juicio que se sigue en la Corte Cuarta de lo Penal de Santa Cruz (Bolivia) contra el empresario español Javier Villanueva, para el que se piden 30 años de prisión por su presunta implicación en el asesinato de la fiscal antidroga Mónica Von Borries con un coche-bomba, reconoció esta mañana en la exposición de sus conclusiones que "nadie pudo ver" al empresario colocando la bomba.

Así lo informó hoy a Europa Press el propio Javier Villanueva, quien precisó que, no obstante, el Ministerio público puntualizó que "a los terroristas nadie les ve" mientras cometen sus atentados. El fiscal, que inició hoy la ronda de conclusiones de las partes, dijo también que el atentado contra Von Borries "fue un atentado", argumentando además, siempre según el empresario, que "en España hay preparación" para estos actos, "que estamos acostumbrados", a diferencia de lo que ocurre en Bolivia.

También esgrimió que las empresas que regenta el sevillano son "papel, que quería atentar para conseguir dinero para resurgir en el mundo empresarial". Estos fueron algunos de los datos más destacados que apuntó el fiscal hasta que el juicio quedó suspendido hasta la tarde de hoy pues Freddy Hurtado, uno de los inculpados en el proceso, sufrió un dolor torácico y tuvo que ser asistido por el padre de Villanueva, al ser el único médico presente en la sala.

Así las cosas, la vista oral continuará en las próximas horas, con la lectura del resto de conclusiones. Entretanto, el empresario hispalense mostró su indignación por el hecho de que, al regresar del juicio a su vivienda, encontraron, además de a los policías que le custodian, la presencia de dos mujeres policía "con orden de registrar a todas las mujeres que vienen conmigo, incluido mi novia".

La situación es una muestra más, para Villanueva, de la "dictadura" a la que están siendo sometidos. "Han sido dos años de humillaciones e injusticias y se están pasando".

El juicio por esta causa se trasladó la pasada semana a las calles de la ciudad boliviana a petición del Tribunal que juzga el caso para reconstruir los hechos. Para Villanueva, tales actuaciones fueron, en realidad, "inspecciones ordenadas por el juez que no han sido solicitadas por ninguna de las partes. Aseguran que no servirán de prueba, pero dicen que con ello persiguen que todo quede más claro".

A su juicio, en el fondo, el objetivo es "buscar contradicciones en los testimonios de mis testigos".

Así las cosas, los miembros del Tribunal, las partes y los medios de comunicación recorrieron el trayecto que hizo el taxista que recogió a Villanueva el día de los hechos en el hotel, trayecto que para el acusado "fue extraño porque se hizo desde la que fue la casa del taxista hasta el hotel, cuando en realidad debería haberse reconstruido desde que me cogió".

Tras señalar que estas pruebas se realizan bajo una importante escolta policial, en presencia de un observador internacional, Villanueva explicó que seguidamente también accedieron al hotel donde se hospedaba el empresario sevillano, pero criticó que no se quisiera reconstruir su secuestro y posterior tortura.

También, el viernes por la tarde, acudieron a la zona donde se perpetró el atentado, hace ya poco más de dos años --se perpetró el 27 de febrero de 2004--.

Sobre el dictamen judicial, el empresario andaluz dijo "no tener demasiadas esperanzas" en esta primera fase del juicio porque "los jueces han actuado más bien como abogados defensores y con una absoluta parcialidad".

Tras comentar que si el fallo es negativo para él "sólo quedará apelar", el empresario hispalense dijo que el proceso "ha sido un abuso" y comentó que el padre de la víctima "ha dicho estos días que si hubiera un fallo favorable para él se mitigaría su dolor". "Este es un sistema corrupto contra el que tenemos que luchar", sentenció.