LA PAZ, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha considerado que "lo que le toca a Brasil es devolver a (el senador opositor) Roger Pinto", aclarando que "no es un perseguido político, sino un delincuente" requerido por la justicia del país andino.

   "Lo que le toca a Brasil es devolver a Roger Pinto y que se someta a la justicia boliviana. Sería la mejor forma de contribuir a la lucha contra la corrupción", ha dicho, en la rueda de prensa que ha ofrecido este miércoles desde la Casa de Gobierno.

   El líder indígena ha revelado que el Ministerio de Exteriores de Bolivia ha enviado una nota diplomática a Brasil con esta solicitud y que "en estos momentos está esperando la respuesta oficial", según la Agencia Boliviana de Información (ABI).

   "Roger Pinto no es un perseguido político, sino un delincuente que está en manos de la justicia boliviana", ha argumentado, recordando que ya ha sido condenado por corrupción y que hay cuatro órdenes de captura en su contra.

   El jefe de Estado también ha argumentado que, "desde el momento en que Roger Pinto abandonó la Embajada de Brasil en La Paz, perdió el derecho de asilo (diplomático)" que le había concedido el Gobierno de Dilma Rousseff.

   Además, ha atribuido esta crisis bilateral a "grupos conservadores brasileños" que "quieren enfrentar" a ambos países. "Algunos políticos de Brasil protegen a corruptos bolivianos, quieren crear desconfianza", ha sostenido.

   Si bien, Morales ha asegurado que es consciente de que "ese no es el sentimiento del Gobierno brasileño, sino de los grupos conservadores que protegen la corrupción".

CRISIS DIPLOMÁTICA

   Pinto se refugió en la Embajada en La Paz el 28 de mayo de 2012 asegurando ser víctimas de una persecución política. Brasil le concedió el asilo político, pero Bolivia se negó a darle un salvoconducto porque debía responder ante los tribunales de justicia por cargos de corrupción.

   El pasado mes de junio, el legislador crítico con el Gobierno de Evo Morales finalmente fue condenado 'in absentia' a un año de cárcel por causar daños económicos al Estado boliviano por valor de unos 1,7 millones de dólares (1,2 millones de euros).

   Su abogado, Fernando Tiburcio, informó el pasado sábado a la prensa internacional de que Pinto había logrado salir de la sede diplomática y que ya se encontraba en Brasil. Al parecer, viajó 22 horas en coche acompañado por funcionarios brasileños para garantizar su seguridad.

   Bolivia ha confirmado su "huida" y ha adelantado que activará "todas las acciones legales que correspondan" para que el senador opositor rinda cuentas ante la Justicia. En concreto, ha indicado que podría recurrir a los convenios suscritos con Brasil para recuperar al "prófugo".

   El Gobierno brasileño ha dicho que fue informado 'a posteriori' del viaje de Pinto y ha llamado a su encargado de negocios en La Paz, Eduardo Saboia, para que dé explicaciones. Además, ha anunciado una investigación y "las medidas administrativas y disciplinarias correspondientes".

   La huida de Pinto ya le ha costado el cargo al ministro de Exteriores de Brasil, Antonio Patriota, que ha dimitido. Fuentes de la oficina presidencial consultadas por 'O Globo' han indicado que su continuidad era "insostenible" debido al "enfado" de Dilma Rousseff por haberse enterado de este caso a través de la prensa.

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