LA PAZ, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente boliviano, Evo Morales, ha tenido que suspender varios actos públicos que tenía previsto encabezar en las últimas horas como consecuencia de una afección estomacal severa que le fue diagnosticada el pasado fin de semana y que, según el Gobierno, no representa ningún peligro para su salud.
Los médicos han pedido a Morales que se quede en La Paz y evite viajar mientras no se haya recuperado totalmente, ha informado el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, al aseverar que "no es grave" la enfermedad que aqueja al mandatario de izquierdas.
García Linera tuvo que reemplazar el martes a Morales en un acto en Santa Ana de Mosetén con miembros de los Pueblos Indígenas de La Paz y en otras actividades gubernamentales.
Morales suele viajar casi a diario a distintos municipios bolivianos para sostener encuentros directos con la gente, especialmente, con las organizaciones de indígenas que le han apoyado desde que asumió el poder, en 2006.
Esta intensa actividad ha tenido consecuencias en la salud de Morales, quien ha sido tenido que ser ingresado en varias ocasiones en el último año tras haber presentado síntomas como debilidad, cansancio extremo y problemas en sus piernas.